La lechera 2011

L a actual corporación municipal de la capital, aunque casi no hay dinero, actúa como si se nadara en la abundancia.

Los leoneses gastamos menos estas navidades. Eso lo saben bien en cualquier comercio y en la hostelería. Pero en Poridad no se han enterado. Ellos gastan como si todavía «fuéramos ricos» y para cuadrar cuentas piden un crédito de 7,7 millones de euros, que es el agujero que tendrán en las arcas a 31 de diciembre próximo. Bueno, el agujero es más grande, porque cobrada esa cantidad las arcas estarán vacías y necesitan liquidez en el nuevo año para afrontar pagos, por lo que también han pedido otro crédito de 4,4 millones, con cargo ambos a las cuentas de la lechera. No deben de llamarse así, pero la realidad es esa. Porque los dos créditos se piden a cuenta de la recaudación del IBI del 2011, que se reducirá sensiblemente porque muchos no van a poder pagarlo. Vamos, como cuando la lechera que sólo tenía un cántaro sobre la cabeza ya soñaba con pollos, cerdo y ternero hasta que lo vio roto en el suelo. Así de dura tendrá que ser la realidad para que en el Ayuntamiento de León se enteren de que viven por encima de sus posibilidades y ni ellos, ni nosotros podemos permitírnoslo.

Me pregunto qué clase de gestores tenemos que no saben lo que se debe hacer para empezar unas obras, y tampoco tienen técnicos que se lo recuerdan, o han hecho caso omiso. Hasta ahora un político dice que se va a hacer tal obra y con las mismas se empieza, sin mirar si el expediente tiene los permisos correspondientes y si se puede hacer sin vulnerar el PGOU. Luego llegan las denuncias, las paralizaciones, hay que presentar recursos desde bufetes ajenos y todo son gastos. Evitables todos ellos, pero a la postre pagaderos con nuestros dineros, que deben estar para mejorar nuestra vida de ciudadanos y no para gastarlo en sacar adelante los empecinamientos de nadie.

Magos como los que hoy pueblan nuestras calles serán necesarios para que los vecinos de León vuelvan a creer en alguien de cara a las próximas elecciones. Ni con varita mágica se va a poder sacar adelante este municipio en el futuro, porque cada vez tenemos menos de todo. Los políticos sólo quieren nuestro voto y cuando se lo damos se olvidan de que nos lo deben y actúan como si los agradecidos tuviéramos que ser nosotros. En el 2011 será el llanto y crujir de dientes.