Provincianos

López ya ha puesto carga de dinamita en el edificio constitucional para quitar del medio lo que no asiste a sus intereses. ¡Abajo la Diputación! Ojo, lo dice el que es más jefe que nadie de los socialistas de Castilla y León. En la estrategia bandolera coincide con el candidato de IU a la presidencia de la Junta de Castilla y León, que salió de Ávila, se va a presentar por Valladolid y no duda en llamar provinciano a cualquier ser vivo que no comulgue con su concepción del mundo terrenal este que vierte aguas al Duero, que al fin y al cabo no deja de ser una desgracia por la clase política que ha puesto aquí la tienda. Ordóñez no sabe cómo decirle que no hace falta que le acompañe por las calles de León a pedir el voto para la izquierda, que igual no se entiende bien la cantinela en esta tierra provinciana.

El abajo la Diputación que enarbola el líder López puede serle de gran ayuda al cabeza de lista de su partido en León para terminar por convencer al electorado y arrasar en las urnas. Si el economista Cardo no tenía lema para acompañar al careto en la valla de propaganda y con el que incitar a la masa provinciana a las urnas ya puede encargar las planchas en la imprenta. La idea de López es directa. Acabar con un elemento trasnochado y poco transparente, justifica. Tal vez, convencido por la falta de cota de poder que su partido logra en estas instituciones. ¿Cuántas diputaciones gobiernan los socialistas en la región? Sí, esas. No avanza más López. Si derogará la idea en el caso de que haya vuelco electoral y de las urnas crezcan diputados socialistas como setas tras el 22 de mayo; si indultará del exterminio a la Diputación de León en el caso de que la cábala de su buena compañera socialista Amor Franco devuelva el Palacio de los Guzmanes a un socialista; si esa idea de echar abajo instituciones constitucionales se ampliará a los ayuntamientos que tengan un alcalde no socialista. Más Junta y menos provincia, proclama. López será consciente de que, con él, el PSOE sacude el único nexo que, además de las borrascas y las heladas, hilvana los hilos que tejen territorio y política en esto que ha dado en llamarse León. Y a la vez, que deja con las posaderas al aire al PSOE leonés, que vocea lo contrario. Se esperan explicaciones de López, antes o después de calentar la silla de Belén Esteban en los platós de esa fiebre del sábado noche.