Vividores

Aquel zurdo desgarbado y tanguero que fichó el Real Madrid en 1973 pasó por Chamartín como el cierzo por la montaña. No se le recuerda por ninguna de las aptitudes con las que engrandeció a River Plate, como aquellas voleas eléctricas esencia de potrero, sino por la frase con la que justificó su ausencia en un entrenamiento: «Iba a venir y no vine». La excusa más honrada de la historia.

Maestro de futbolistas, Óscar Pinino Más queda muy por encima de la clase política leonesa que esta pasada semana ha recibido la bendición de la Junta -igual hace el Gobierno- para continuar con el timo del escaño: la bula que les permite no acudir a su puesto de trabajo en la administración pública, debido al desempeño de su cargo de alcaldes, concejales o procuradores -aunque ni siquiera aparezcan para más función que levantar el brazo- y lograr el premio de cobrar el sueldo en los dos sitios a la vez. Bienaventurados ellos porque Dios les ha adornado con el don de la ubicuidad de nómina.

La manta cobija igual a concejalines que se han extrañado de ver su nombre en la lista, porque su puesto político apenas les hace perder un par de días cada trimestre, que a profesionales del escaque que han entendido la política como Aída Nízar Gran Hermano. Un modo de vida en el que beneficiarse del momio público, trepar en su puesto a fuerza del crepitar del cráneo de los compañeros y perpetuarse en el escaparate. Si no tenían sitio dentro, entran; si contaban con puesto, crecen. Ahí les tienen: médicos que la última consulta que pasaron fue como becarios de Hipócrates; enfermeros que la única inyección que recuerdan es la que entra en la cuenta a final de mes y cuya idea de una guardia pasa por una noche de copas con empresarios; veterinarios que mercadean con la cautividad del voto de los paisanos mientras atisban por el ojo de la yegua que el potro necesitará cesárea; profesores que cuando se acuerdan de la clase es para citar un modelo de Mercedes; técnicos varios que usan la base de datos de la administración como Julian Assange el Wikileaks... Todos amamantados por la necesidad de los partidos políticos de contar con soldados que defiendan la fortaleza del sistema.

A las puertas se amontonan los parados y florece la cultura del éxito fácil entre los jóvenes. Hay cásting de Gran Hermano. Y el 22 de mayo, elecciones.