editorial
Medida impopular, pero imprescindible
En momentos de crisis es necesario agudizar el ingenio para conseguir fondos que permitan mantener los servicios que las administraciones están obligadas a ofrecer al ciudadano. Los ayuntamientos son los que más están sufriendo los efectos de la crisis económica. Gran parte de sus ingresos llegaban de la mano de las licencias de obra, que ahora se han visto reducidas a la mínima expresión ante el declive imparable del sector de la construcción. Algunos, como es el caso del Ayuntamiento de León, ya han empezado a pergeñar qué hacer para conseguir más fondos, que les pemitan engordar las arcas y así mantener los servicios que actualmente presta. En este marco debe entenderse la revisión de tasas que se está planteando el equipo de gobierno del PP en la capital y que llevaría consigo cobrar por servicios que ahora se prestan de un modo gratuito.
Las primeras que dejarán de ser gratis serán las escuelas deportivas, que pasarán de 0 a 36 euros. Un coste que es necesario para poder mantener un servicio en el que participan en torno a 6.000 niños de León. Es sin duda una medida arriesgada, pero debe aplicarse, porque lo circunstancial no puede poner en peligro otros servicios que sí son fundamentales. Lo que sí debe hacer el Ayuntamiento es explicar por qué aplica estas subidas en las tasas o por qué lo que antes no costaba ahora sí. El sigilo no es el mejor aliado para este tipo de decisiones. El alcalde o en su defecto el concejal de turno debe explicar cómo y por qué se varía al alza una tasa municipal. Esa es su obligación, además de atender aquellos casos excepcionales de ciudadanos que, por su situación familiar y personal, ni siquiera puedan hacer frente a este nuevo gasto, por poco que sea. Ahí estarían las familias numerosas o con pocos ingresos. El Ayuntamiento debe ejercer y aplicar un descuento o bien mantener el gratis total.
Claridad y explicación. Sólo así se podrán evitar las críticas de aquellos que no entiendan estas subidas, que las va a haber, para hacer ver que esta medida, arriesgada e impopular, es imprescindible.