Madrid revienta con las quinielas

Qué gran oportunidad pierden estos días la Once, Loterías o cualquier otro juego de azar al no vender boletos con los nombres del nuevo Gobierno y la nueva oposición. ! Nunca hubo tantas incógnitas! Mariano Rajoy ha tenido que desmarcarse de la lista de ministrables que circula. En el PSOE, este fin de semana, donde todo el mundo amaga pero aún nadie da, circula la otra quiniela, la de los candidatos a la secretaría general en el congreso de febrero y la del equipo de Rubalcaba, si resulta elegido: Eduardo Madina portavoz en el Congreso, Óscar López Agueda en el Senado, Elena Valenciano secretaria de Organización y Antonio Hernando como hombre fuerte en la sombra.

Todo el mundo habla pero nadie sabe, salvo lo que ya está claro: por ejemplo, que José Blanco ha decidido no estar en primera línea de la política nacional. Lo comunicó el jueves pero ya lo anunciaba desde dos años atrás:»Parece normal que quien ha sido doce años número dos de Zapatero no quiera seguir en esa misma posición con una secretaría general renovada». Que nadie se atribuya la cacería de esa pieza. Lo decidió y lo advirtió hace mucho tiempo. Una pérdida sobre todo para Galicia. Blanco, gran modernizador del PSOE, ha hecho más por su comunidad en los últimos años que todo el lobby gallego, según compartíamos el pasado agosto con Julio Gayoso, Juan Ramón Quintás y José María Castellano.

Rubalcaba ayer, ante los dirigentes socialistas, no se proclamó candidato pero todo el mundo entendió que lo será, con el programa electoral como hoja de ruta de oposición y con grandes posibilidades de resultar elegido. Carme Chacón lo anunciará en breve. El madrileño Tomás Gómez saca pecho y el canario Juan Fernando López Aguilar sueña con el puesto. Pero de los tres citados -Chacón, Gómez y él- no cabe más que uno contra Rubalcaba. Entretanto, Fernández Vara asegura que su prioridad es recuperar el gobierno extremeño y Rodriguez Ybarra quiere que sea una gestora la que convoque el Congreso. Y varios militantes, aún no identificados, sueñan con ser el nuevo Zapatero de un congreso tan abierto que puede admitir sorpresas. Ya lo adelantó el hombre fuerte del partido en Sevilla, el senador José Antonio Viera, cuando Chacón pedía primarias pero después se retiró: «Cuando llegue el momento habrá seis como la Chacón». Pero la batalla estará entre Rubalcaba y Chacón, mientras Bono recomienda: «Hay que apostar a la grande y no a la chica».

Entretanto, cualquier movimiento de Mariano Rajoy genera especulaciones. Recibió a Rato después de que Juan Rosell, presidente de la Ceoe, dijera en público que «Rodrigo me parece un buen candidato para cualquier puesto, excepto para entrenador del Barcelona.»

Pudieron hablar del famoso «banco malo» y de la cartera de Exteriores, para la que suena también Josep Piqué. «¿Está aquí el futuro ministro de Economía?,» preguntaron en un desayuno el jueves en Madrid. Arias Cañete negó con la cabeza, quizás porque no estaban allí González Páramo, ni Luis de Guindos. Que Ana Pastor pueda ser ministra de Sanidad se da por hecho y el canario Jose Manuel Soria de Administración Territorial. Alberto Ruiz-Gallardón vale para todo hasta para Justicia, Interior y Defensa.

Nadie lo dice pero Jorge Fernández Diaz, hombre conciliador, marianista y mariano, puede sustituir a Bono en el Congreso, que siempre tuvo un presidente católico. No se pierdan los resultados del Partido Popular en Cataluña: ciento diez mil votos nuevos en territorio comanche. Como dice Revilla,»en Cantabria el PP presenta una vaca y gana».Alicia Sánchez Camacho, la presidenta del PP catalán, y Fernández Diaz han hecho una campaña espléndida a contracorriente, con la prensa volcada con Convergencia i Unió. Merecen un reconocimiento.

Así que quinielas abiertas inundando Madrid y España y solo dos resultados fijos: Blanco no estará y Soraya Sáenz de Santamaría estará la primera. Y la que más.

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