Correo sin respuesta

Llegue esta carta a tiempo o a destiempo, queridos Reyes Magos, y teniendo tantas cosas que pedirles en este día para España y para los españoles, me voy a fijar en una sola…. ya que la experiencia nos enseña que quienes piden demasiado agobian y, a veces, se marchan con las manos vacías.

Les pido, magos Melchor, Gaspar y Baltasar, que en este año 2012 que acabamos de estrenar se aclare el futuro de la minería española del carbón, y que se terminen las inquietudes de miles de trabajadores de León, Palencia, Asturias, Teruel, Córdoba, Ciudad Real, etcétera. De miles de trabajadores y de sus familias…

El carbón, al que en un tiempo se llamó «oro negro», es la principal fuente energética autóctona de nuestro país, y no puede estar sometida a las modas, a los caprichos, a los vaivenes de los intereses políticos. La historia de la minería del carbón en España es la crónica de un sacrificio colectivo que ha dejado centenares de muertos en las galerías, y miles de trabajadores malheridos en plena juventud por los accidentes o por la silicosis. Todo eso, que ha contribuido y contribuye decisivamente al progreso de España, merece un respeto, y es una ignominia jugar con los mineros al gato y al ratón. Ellos son los primeros en insistir en que no son unos héroes, por mucho que su tarea sea de titanes, sino que son unos hombres como los demás. Pero a veces son maltratados, a veces son víctimas de una vergonzosa leyenda negra que los describe poco menos que como unos cazadores de subvenciones y de prejubilaciones…

Y, defendiendo el carbón, no nos instalamos en una obsesión por un monocultivo mineral sino que también apostamos por otras alternativas energéticas: eólicas, solares, nucleares, que todas son complementarias para que, en el mundo global, España no se instale en la dependencia del exterior y en los caprichos de los mercados… Porque ya se sabe que a los débiles siempre se les suben los precios y se les imponen condiciones abusivas.

Y esperando lo que diga Bruselas sobre la prórroga de las ayudas al carbón español y del coraje que le eche a la tarea el nuevo secretario de Estado de la Energía, Fernando Martí, lo único que se nos ocurre pedirles, queridos Reyes Magos, es que en sus regalos de este día, y a lo largo de todo el año, traigan carbón, mucho carbón, a todos los españoles. Estoy seguro de que ya lo han hecho porque ustedes, como magos y como sabios, son muy previsores. Y les agradezco que esta mañana, al levantarme, haya encontrado en mi zapatilla unas piedras de carbón del Bierzo, que han significado para mí lo mismo que si me hubiesen regalado una rama de olivo y de esperanza…