El puzle imposible

Según el concejal popular López de Benito: «Cuadrar los presupuestos municipales es como intentar hacer un puzle imposible». Es decir, con muchas piezas (gastos) y sin la imagen de referencia (dinero) para resolverlo. Pero esto es lo que toca a nuestros gobernantes en estos tiempos aciagos: solucionar la crisis, o intentarlo, de acuerdo a principios de dignidad y justicia, pues siempre hay algún genio del ahorro drástico que propondrá: «esto se arregla con cuatro bombas atómicas». Vale, pero la primera se la tiramos a él, mientras medita en el sofá de su casa. Los problemas nos miden, pero aún más soluciones que les damos. Seamos realistas, resolvamos lo imposible. El alcalde de León, Emilio Gutiérrez, ha definido la deuda municipal de «inabarcable», o sea, como un puzle más que grande, infinito. No obstante, espera pagar 180 millones mediante un crédito con el ICO, auspiciado por el Gobierno; una buena noticia para los proveedores. De forma más castiza se ha pronunciado el presidente de Cantabria, Ignacio Diego: «Vamos desnudos, no hay un euro, gestionar la miseria es bastante duro, es complicado». Los municipios están en cueros, salvo alguno privilegiado que lleva pañales.

Pues sí, cuadrar hoy un presupuesto municipal es un «puzle imposible». Es lo que tienen los juegos de mesa, que hay que ponerse. Mi mujer me regaló en un aniversario uno de esos de 4.000 piezas y le dije: «si quieres terminar conmigo, prueba mejor con la daga, que es más romántico». Cuando llevaba montadas 1.500 de ellas descubrí que ocultaba una imagen del Camp Nou. Un golpe bajo. Pero ¿qué es la vida sino un ir juntando las piezas de tu propio enigma, buscar la pieza perdida, unir lo separado, visualizar lo que permanecía oculto a tu mirada, aunque lo tuvieses delante?

Por su parte, el PSOE cree que la abundancia de catarros en los niños se debe al ahorro del Ayuntamiento en la calefacción de los centros municipales. Resulta razonable creerlo, pero por desgracia muchos de ellos ya llegan acatarradines de casa. El trancazo lo han agarrado en el salón. Como dijo el gran Gallo: «lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible». En fin, si será sabio el pueblo español que al puzle lo llama rompecabezas.