‘Vender’ las Cabezadas

Como era previsible, porque así viene ocurriendo desde hace más de ochocientos años, la disputa verbal entre el Cabildo Isidoriano y el Ayuntamiento se resolvió sin acuerdo y las partes se emplazaron para el 2013. Las Cabezadas recrea el agradecimiento de la ciudad de León a San Isidoro por la lluvia que cayó en el año 1158. Por este motivo, la corporación municipal ofrecer a San Isidoro un cirio de una arroba y dos hachas de cera como señal de agradecimiento, que acepta el presente, pero dejando siempre patente su carácter obligatorio o de foro.

La batalla dialéctica de los representantes de ambas instituciones, siempre resuelta con ingenio y el mejor humor, convoca siempre a cientos de leoneses y tiene todos los ingredientes para ser vendido como un atractivo turístico más. Como lo son, en la misma línea, las Cantaderas y, ya en otra dimensión más amplia, la Semana Santa y San Froilán. Son celebraciones realmente singulares y diferenciadoras, que además tienen el valor de representar en imágenes y palabras un legado cultural de extraordinario valor.