Las cuencas y el empleo deben ser lo prioritario

No por escrito y dicho hasta la saciedad deja de tener relevancia e importancia: el sector del carbón, ese que ha dado y todavía hoy da de comer a 4.500 familias en la provincia leonesa, se muere si nadie lo remedia.

Y, desde luego, el silencia casi administrativo que mantiene el Gobierno a través del Ministerio de Industria en relación al futuro de este sector, vital para León, no hace presagiar los mejores augurios. Las empresas vuelven a lanzar un SOS, en forma una vez más de amenaza, en el que anuncian que de seguir así y no haber «una solución», en un mes mandarán a un ERE a todos los trabajadores que aún viven de la minería en la provincia.

Aquí es donde deben pararse todos, gobierno, empresas y sindicatos. Porque más allá de las mineras y de la guerra fría que está claro mantienen entre ellas y el titular de Industria, José Manuel Soria, están los empleos y las cuencas, en las que todavía hoy numerosas familias mantienen ligado su futuro al negro mineral.

Eso es lo fundamental. Y los empresarios, pero sobre todo el ministro y el Gobierno, deberían tenerlo claro para poder defender a quienes son aquí la parte más débil: los trabajadores, los mineros y sus familias.

Es necesario que, de una vez por todas, el Gobierno dé un paso al frente y frene este sinsentido de amenazas entre el ministerio y las empresas. Porque aquí lo único prioritario son el futuro de las cuencas mineras y el de esos 4.500 trabajadores, con nombre y apellido.