Contudencia máxima para limpiar la política

El problema de la corrupción debe tener prioridad en España porque el daño que se está generando a las instituciones y al propio sistema democrático hace tiempo que es demasiado grave. En un contexto de tremenda crisis económica la ciudadanía tiene todo el derecho a reclamar un giro radical en todos los órdenes a la hora de abordar el problema de la corrupción. Si los datos que se están conociendo en los últimos días son ciertos resulta más que inaceptable que en ese contexto de sufrimiento para muchos a pocos metros haya personas que se estén aprovechando de los cargos para lucrarse y de una manera tan escandalosa.

La corrupción sólo puede tener una respuesta. Contundencia máxima de la Justicia y de los propios compañeros de partido. En España ya contamos con una dilatada historia de escándalos sobre acciones ilegítimas de cargos políticos y está claro que las respuestas dadas hasta el momento han sido insuficientes.

Es el momento de que los partidos políticos establezcan unas normas básicas aplicables a todos para zanjar de una vez por todas el problema, y con una Justicia que pueda actuar con total libertad.

La transparencia es más que nunca imprescindible en España. Nadie puede intentar desde un partido político refugiar a compañeros que han pasado la línea roja.

El daño que se está generando en forma de desprestigio para todo el sistema es demasiado grave y las soluciones no pueden dilatarse más en el tiempo.