Atorrantes

Torrar es tostar al fuego justo, pero no más o el pan se te hace piedra pómez; y atorrar no es ese torrar a lo bestia que suponía, sino llevar una vida de atorrante o vagabundo.

Para hoy anuncian sol de horno.

En España arderá el mercurio.

¿Sí?... uy, ¡retirada!...

La retaguardia fresca de los cazurros está en todo ese espinazo de cordillera que hace cresta a la provincia... y si no, un poco más allá, el mar, viruji cantábrico, frescor ideal que hoy envidiará toda la península... y cuando ya estés andando por esos nortes, podrás acogerte a la fórmula vieja: Con fabes y con sidrina nun fai falta gasolina .

Cágonmimantu... esi yera l’eslogan de les primeres pegatines que empezaron a verse nes coches en los 60-70, el seiscientus, el gordini, el cuatrulates, el doscabayus... y también otra muy popular: No emburries, rapaz ... por aquí, entonces, el ingenio pegatino no dió más que para aquel lema de Rincón por rincón, León con tres dibujitos: la catedral (¡home, no!), una trucha y un porrón (¿un porrón?)... ¿y qué quiere decir ese rincon por rincón ?, ¿quizá que aquí hay más rincones que en otro lugar... que en León sólo se puede o debe ir por los rincones... que aquí te arrinconan o se vive arrinconado y además nos gusta hasta como lema?...

... un enigma de atorrantes.

Ahora hay marea asturiana en la red dispuesta a aburrir a Dios y a María Santisima (pa ellos, la Santina) hasta lograr que Fernando Alonso plante en su ferrari esa pegatina del viejo orgullo babayu que tanto circuló... con fabes y sidrina... pobre Fernando, ¿es que quieren velu entrar en meta cagando mixtos y demostrando que «digan lo que digan, los peus de fabes también fustigan»?... a este respecto pedorreru, Sócrates aconseja: no debe uno estrujarse y dolerse si sobreviene la urgencia de soltar un cuesco de brigada artillero estando en compañía; ahora bien, acto seguido se pedirá cortésmente disculpas, aunque citando en descargo al filósofo griego que dijo: «más vale perder un amigo, que no una tripa».

Pues eso, en este tomingo torrao, a la peña, busca sombra junto a un reguero... empanada, fabadita y pedorreta... y te sobrará a quién brindársela.