Autónomos, el vaso medio vacío, medio lleno

Cierran más que abren. Eso, desafortunadamente, es lo que reflejan los datos que ofrece este periódico facilitados por Feacyl sobre el número de emprendedores y autónomos que durante la pertinaz crisis está poniendo en marcha negocios en León como fórmula de autoempleo. La noticia en sí no es precisamente alentadora. Lo mismo que el hecho de que la mayoría se decida a la hora de emprender por negocios relacionados con el sector de la hostelería, que se revelan como los de una mayor fragilidad y caducidad a corto tiempo. Sin embargo, también se puede realizar una lectura relativamente optimista del hecho de que en todo este tiempo hayan sido 40.000 los emprendedores que han dado un paso al frente en lugar de quedarse absolutamente paralizados, para de un lado salir adelante personalmente, llegar a crear algún puestos de trabajo y contribuir en último término a la dinamización de la economía provincial. El problema es que autónomos que antes ocupaban a varias personas en sectores como el de la construcción ahora se han quedado solos. A contemplar el vaso medio lleno, en todo caso, también contribuyen los últimos datos de la Federación de Autónomos (ATA) sobre la práctica paralización de la destrucción de este tipo de afiliados en la comunidad en los primeros seis meses del año con una evolución muy positiva en los tres últimos. La referencia no obstante se sitúa en el contexto nacional, donde la cifra de autónomos ha vuelto a crecer.