Buena EPA para no caer en el optimismo

El desempleo se redujo en 2.000 personas durante el segundo trimestre de este año en León, según revela la Encuesta de Población Activa (EPA). Es un dato desde luego bastante halagüeño en el contexto nefasto de destrucción de puestos de trabajo que parece que no encuentra suelo definitivamente en toda la provincia. Supone recortar 1,4 puntos porcentuales a la última tasa de paro y dejarla en el 23,8%, por debajo de los índices medios a escala nacional. Sin embargo la estadística tampoco puede conducir a un optimismo ni medio desmesurado. Según las cifras de la EPA, sigue siendo excesiva la cifra de 47.400 leoneses que no tienen una ocupación laboral y por consiguiente una fórmula más o menos estable con la que ganarse la vida. No dejan de ser 5.200 parados más que hace precisamente un año por estas mismas fechas. Las esperanzadoras cifras de la EPA no despejan de otro lado, desgraciadamente, los nubarrones que se siguen cerniendo sobre el futuro y la continuidad de actividades que resultan cruciales para la economía autóctona como es la carbonera de algunas empresas señeras en sus respectivos sectores, que estarían llamadas a consolidar la recuperación del mercado de trabajo. León, que pierde cada vez más población activa por el envejecimiento y el éxodo, está además tres puntos porcentuales por encima de la tasa de paro de la comunidad, que se ha situado en el 21,27% con una caída intertrimestral bastante más acusada que la anotada por la provincia.