Un avance insuficiente para los preferentistas

La decisión del FROB de intervenir directamente en el proceso de los preferentistas de la Caja es importante pero no la definitiva ni la esperada. Los afectados por este proceso que muchos no dudan en calificar de estafa se merecen un resarcimiento de todos los daños generados. Hasta ahora las sentencias judiciales son unánimes en el sentido de que deben recuperar su dinero. Y por lo tanto las soluciones parciales ofreciendo un arbitraje que cubra una parte del dinero que ha sido perdido por esas miles de personas no es suficiente.

El proceso de venta de las preferentes estuvo lleno de irregularidades porque a los inversores no se les facilitó toda la información. Ahora y cuando se han visto envueltos en un embrollo tampoco han sido excesivas las explicaciones que se les han facilitado y sólo su unión a través de asociaciones o su decisión de contratar abogados les ha facilitado las cosas para avanzar hacia la recuperación de su dinero.

Hace tiempo que el Estado y las diferentes instituciones involucradas en el control de las entidades financieras tenínan que haber tomado cartas en el asunto para solventar el caso de una vez por todas. La desigualdad generada entre entidades intervenidas y no intervenidas no es justa porque para los ciudadanos que compraron las preferentes de uno y otro caso están en la misma situación. Lo ocurrido con estos miles de damnificados precisa una solución justa y también una revisión legal para evitar abusos como éste.