Babia y Luna se asoman ya a la Casa del Parque

La montaña del norte de la provincia, un territorio al que su incomparable belleza convirtió en escenario de ocio y abstracción de reyes, verá cumplido en primavera uno de sus objetivos históricos: la apertura de la Casa del Parque de Babia y Luna. El centro del conocimiento y la promoción de esa comarca ocupará el Palacio de Riolago, un bellísimo edificio construido en el siglo XVI, dañado por un incendio en el verano de 1915 y restaurado por iniciativa de un particular, Fernando Geijo. Lo hizo con tanto criterio que consiguió la declaración de monumento nacional y la concesión del Premio Europa Nostra por los trabajos desarrollados. Desde 1999 es propiedad de la Junta y, aunque merece la visita por sí mismo, desde este año tendrá ese doble atractivo. En su adecuación, la Junta invierte más de un millón euros, convirtiéndolo en objetivo prioritario en plena crisis y en un momento en el que los recortes hacen muy difícil sacar adelante un proyecto de este tipo.

La Casa del Parque será un elemento fundamental para la promoción y el desarrollo turístico de un territorio que tiene por orgullo y riqueza la naturaleza y como compromiso asumido su preservación. En ese sentido es exigible que Medio Ambiente cumpla sus plazos y concluya el plan de ordenación del espacio natural en lo que queda de legislatura. Babia y Luna llevan 22 años esperando ver cumplida una reivindicación tan vieja como justa que le permitirá consolidarse como un espacio muy importante para el turismo natural.