Manual de ultramarinos

Últimas noticias: la vida está hecha de azares, de corrientes y de conexiones muy escondidas. Desde esta convicción, y llevado por el comercio de la amistad, quiero participarles el nacimiento de una nueva editorial de corte alternativo, por así decirlo, en nuestro sojuzgado y nunca bien ponderado León. Un proyecto que ve la luz dispuesto a entrar en liza en la durísima batalla de la opinión pública, navegando por las procelosas aguas de la literatura. Lejos de convencionalismos y los lugares comunes que se dan en el sector, Manuel de Ultramarinos —bonito y curioso nombre— ha debutado con tres títulos que se lanzan en edición limitada y realizados sobre la pulpa de otros libros de viejo. Vivimos tiempos ramplones en el tema cultural, así que propuestas como la puesta sobre la mesa por Manuel de Ultramarinos parece indicada para redondear la nutrición espiritual del pueblo llano. Porque mientras no se nos caigan los pantalones, digo, debemos conservar nuestra mustia esperanza.

Junto a una hoja volandera y el famoso cuento de Monterroso El dinosaurio, ilustrado por un jovencísimo artista de apenas siete años de edad, la novela principal que presentan en sociedad es Dakovika, una obra firmada por Bruno Marcos cuyos primeros capítulos se publicaron en Internet durante el invierno de 2013. No pretendo desvelar la trama, pero así a grandes rasgos se centra en una fauna variopinta de sorprendentes personajes empeñados en rescatar libros y otros objetos que encuentran en anticuarios, edificios en ruinas y entre la basura. De esta forma, estableciendo su cuartel general en buhardillas y utilizando los tejados de la ciudad para sus desplazamientos, descubrirán en el presente los secretos que buscaban en el pasado. Una novela picaresca y existencial, que acredita el talento de Bruno en el oficio de contar.