Muy lejos de ganar la batalla contra el paro

El balance de los expedientes de regulación de empleo (ERE) de los seis años de la crisis revela que Castilla y León está aún lejos de ganar la batalla contra el desempleo y que la crisis sigue azotando en mayor o menor medida a muchas familias de las nueve provincias. En 2013 sufrieron expedientes de rescisión, suspensión o reducción de jornada cerca de 26.000 trabajadores de la comunidad autónoma. Aun admitiendo que son menos de esta cuantía porque un asalariado puede sufrir más de un expediente en un mismo año, el volumen de afectados es nada menos que un 150% superior a la de 2008, que fue el primer año de la crisis.

En este balance hay aspectos positivos que no compensan las elevadas cifras de afectados. Es el hecho de que, pese a la reforma laboral que eliminó la obligatoriedad de negociar, la tendencia de empresarios y trabajadores es a llegar a acuerdos en los ERE.

Especialmente preocupante es el hecho de que la industria sea el sector más castigado. Los síntomas de recuperación que ven algunos todavía no han llegado al empleo. Y lo que es más grave, muchos de los que sufren el paro han pasado a engordar la lista de los parados de larga duración. Los recursos excepcionales para paliar situaciones de exclusión se van agotando y detraen fondos para estimular la economía. La mejor medicina es el incentivo a la inversión y el consumo. La sociedad no percibe aún ese clima necesario de confianza para que la recuperación llegue al empleo y el trabajador en activo se anime a consumir.