Diario de León

TRIBUNA

De despedidas, saludos y otras zarandajas

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Es agradable el saludo a cualquier hora, incluso ante desconocidos. Eso no quiere decir que tengamos que estar continuamente saludando por la calle, pero poco nos cuesta una palabra o un gesto de complicidad. Esto se agranda cuando nos cruzamos con conocidos o compañeros de trabajo. A algunos les cuesta un mundo un breve movimiento de cabeza, cuanto más un bisbiseo silencioso. Todos hemos conocido personas que miran para otro lado cuando te las cruzas o que levantan la cabeza y te ignoran. Allá ellos. La soledad puede que les aceche con el tiempo.

Y si todo esto del saludo es médicamente aconsejable, mucho más es una despedida original o novedosa. Quedan muy lejanas las expresiones manidas del «adiós», «hasta luego», «hasta mañana», «chao», «hasta la primera», «hasta más ver» y otras tan traídas y llevadas que apenas significan nada. Por eso te invito a que te innoves, a que seas original a la hora de la despedida, en el momento del adiós. Y me atrevo a sugerirte un par de expresiones que te van a venir como anillo al dedo. No son nuevas. Seguro que las has oído más de una vez. Me refiero a «sé feliz» «cuídate» o «cuídate mucho». Acostúmbrate a utilizarlas con más frecuencia y verás cómo te sientes mejor. Al mismo tiempo el que se despide se va con el ánimo agrandado, que no le vendrá mal.

Y metidos en faena, podemos pasar revista a cómo se habla en las diversas tertulias que pueblan la televisión día tras día. Nos damos cuenta de un sinfín de apoyos que empobrecen la comunicación. Vaya por delante que, en general, no sabemos debatir. El moderador se las ve y se las desea para llevar con buen tino la rueda de los contertulios. Generalmente, prima el atropello, las frases inacabadas, los tormentos reiterativos de lances dudosos. Es difícil asistir impasible a ese galimatías partidista. De buena gana les mandaría uno callar, pero solo nace la sonrisa y el desapego hacia esos programas.

Bien es cierto que el buen hablante encandila a cualquiera. Si no, acordémonos de Antonio Gala. Era una delicia escucharle. Con qué tino utilizaba el lenguaje, con qué precisión acuñaba las frases, con qué riqueza enumeraba sus mensajes. Y otros muchos. Pero me viene a la mente el talento de Gala porque sorprendía su discurso. Era una delicia leer sus obras y escuchar su disertación. En el polo opuesto está el contertulio de turno que va de tertulia en tertulia y que entiende de todo. Incluso a veces, está en dos canales a la vez.

Ahora lo que se oye a menudo es una serie de lugares comunes que apenas nos dicen nada. Voy a enumerar alguna que otra expresión para que se sepa de qué estoy hablando: yo creo que, vamos a ver, no, sí, efectivamente, y, bien, bueno, también, ¿no?, oye, claro, ¿verdad que sí?, lo más, lo más de lo más, que no veas, entonces, da gloria, ¿sabes?, cosas, ¿vale?, pero, de repente, diría que, yo es que quiero…, taraví que te vi, dao, mogollón de veces, te lo juro, perdona, soltar una fresca, o sea, hombre, telita, no había tema, exacto, alucinante, son lo peor, con la que está cayendo, pues, a ver, pa que, no es el tema, brutal, tío, me la bufa, todo eso, capullo, y demás, eh, no había tema … A su lado florecen algunas —las menos— de gran calado, como «zaherir, loable, meridiano ».

Podíamos seguir con esta retahíla de expresiones, pero quisiera detenerme en algún que otro dislate que podría corregirse en beneficio de una mejor expresión. Por un lado, están los laísmos continuos y algún que otro leísmo. Quizá quienes están en las televisiones podrían revisar esos conceptos gramaticales y atenerse a lo normativo. Frases mal hechas, como «lo que yo me interesa», «estás de acuerdo que», «la persona que contactamos», «yo diría que». La repetición cansina del nexo «y» como único enlace… Y muchos extranjerismos innecesarios. Está bien un préstamo momentáneo, pero si nuestra lengua dispone de la palabra correspondiente habrá que pasar al instante a nuestro léxico. Parece que ahora prima lo que hagas «de repente». Veamos algunas expresiones que deberíamos desterrar: top, rally, boutique, affaire, lobby, clown, casting, crack, dossier, free-lance, hall, hobby, light, chef, bye, cool, pol-position, sehare, vedette, top-model, slip, spot, suite, look, living, mánager, souvenir, self-service, snob, share… De este breve elenco, algunas están propuestas para su eliminación del DRAE (spot, look, self-service, free-lance); otras ni figuran en él (cool, pol-position, top, bye, share); otras se van castellanizando, como esnob. Y lo aconsejable es sustituirlas por las hermosas palabras castellanas correspondientes.

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