Nenas, al follón

Tardaban... ya tardaban en copiarlo, ya... pero aquí están al fin.

Son las manolitas, manolas nenas, crías en procesión-pasarela, guajinas disfrazadas de manolas, ay mi manola, todo un bomboncito gótico... ¿no es pa comérsela?...

Nenitas enmanoladas.

Una manola es negro total, ropa negra, raso negro, negra seda, blonda negra, negro encaje, media negra... o sea, la ilusión de la gótica pura que añadiría además ese negro a las bragas.

Porque las manolas son mujeres góticas mírense por donde se miren, aunque con el rosario en la mano y no en el pescuezo grapado con argollas... modositas, sí, eso parece, pero muy compuestas... ¿y quién puede asegurar que las manolas de estos saraos (im)penitentes no son el último grito en goticismo de desfile?, ¿está al tanto Lady Gaga?... porque una manola es la mujer gótica más supergótica y antigua que hay, gótica en sus pináculos de blonda, su torre de peineta, escote de ojiva, arbotante en los tacones... y esa cara de mujer distinguida (o de jaca jerezana) cuando taconea por el centro de la calle esnifando inciensos y mirando por el rabillo a las aceras.

Ya, ¿pero lo de las nenas manolitas?... ah, mola la manola-maqueta, el último plagio que esta paponada cazurra roba al carnaval procesional andalusí.

En fin, pregúntese a las mamás. Esa fantasía está en sus cabezas. Ellas.

En Sevilla ya son tropel y aquí han empezado a meter su docena... porque si ya hay paponines, ¿no ha de haber manolinas?... y se pusieron las mamás a jugar a las muñecas colándolas en la procesión y creyendo a ciencia cierta que una nenita manola con faldita de miss gótica infantil tiene que hacerle una gracia inmensa a las vírgenes de cera y a los cristos de palosanto... y a la abadesa de la cofradía, claro, cargo al que aspiran porque se sienten mujeres con iniciativa (y si no, ya se escindirán promoviendo un nuevo tablao penitencial, arsa er pendón, siquiya, y viva esa grasia cañí que tenemos las leonesas ).

Gracias pues, paisanas, por meter juguete y minifalda manolita donde mandó lo masculino y seriote... parece sonar un poco a «nenas, al salón»... pero vosotras, ni caso, ese es el camino.