Nuevo revés en la depuración de Picos

La depuración de las aguas residuales es una necesidad hoy por hoy en cualquier acuífero. El caso del lago de Sanabria, con la dura polémica abierta, ha hecho más evidente aún si cabe que los daños que se generan con un mal tratamiento de los vertidos sean muy importantes.

En el caso de León es precisamente su espacio natural más conocido y más protegido el que mantiene desde hace demasiado tiempo un contencioso sobre la depuración de las aguas residuales de los pueblos. Aunque las infraestructuras de Picos de Europa para el tratamiento de los vertidos se construyeron hace mucho tiempo, éstas han actuado en precario por la falta de acuerdo para su puesta en marcha.

Hace unos meses se anunció una solución. La Mancomunidad Montaña de Riaño se comprometió a hacerse cargo de la gestión para desbloquear este problema histórico.

Y cuando todo parecía encauzado surge un nuevo contratiempo con relación a la deuda heredada. De nuevo parece que el asunto se encamina hacia una situación de bloqueo, algo que debe evitarse por encima de todo, para que de una vez por todas llegue la normalidad a la depuración en la montaña oriental leonesa.

Los acuíferos del parque regional se merecen el máximo respeto y todas las instituciones implicadas deben conseguir que la depuración sea modélica. Un espacio natural de tanto valor no se merece estar enmarañado en disputas entre administraciones.