Babia y Luna abren sus puertas al mundo
Veintidós años después de que se iniciase la tramitación para el reconocimiento como parque regional y transcurridos apenas tres meses desde que la Junta aprobase el decreto del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales que afecta a los municipios de San Emiliano y Sena en su totalidad, y parcialmente a los de Los Barrios de Luna y Cabrillanes —57.628 hectáreas de superficie—, Babia y Luna se preparan para la inminente apertura de la casa del parque. En apenas un mes ese territorio privilegiado por la naturaleza verá cumplido uno de sus objetivos históricos con la conclusión de las obras de adecuación del Palacio de Riolago, un hermoso edificio construido en el siglo XVI, dañado por un incendio en 1915, magníficamente restaurado —consiguió por ello la declaración de monumento nacional y la concesión del Premio Europa Nostra— y propiedad de la Junta desde 1999.
La Consejería de Fomento y Medio Ambiente ha invertido más de un millón de euros en su equipamiento tras convertirlo en objetivo prioritario de su actuación justamente en plena crisis y en un momento en el que los recortes hacen casi imposible sacar adelante un proyecto de este tipo. Su inauguración supondrá en ese sentido el cumplimiento ante los vecinos de esas comarcas del compromiso político y personal asumido por el consejero Antonio Silván de resolver esa cuestión histórica en esta legislatura.
Los habitantes de Babia y Luna han sido desde siempre extraordinariamente sensibles con el medio, conscientes de que viven por y para él, también por su atractivo turístico. La inminente apertura de la casa del parque, cuyas obras ya se rematan, supondrá un impulso definitivo para el desarrollo de esa actividad. Los 22 años de espera para ver cumplida esa reivindicación es mucho tiempo, pero se dará por bien empleado si permite enriquecer ese territorio como un espacio de referencia para el turismo natural.