EDITORIAL: Una condena que cuestiona las leyes de tráfico
Durante años se ha venido proclamando reiteramente que las reformas legales en materia de tráfico suponían un importante incremento en las condenas para las personas que fueran responsables de acciones muy graves. Y ahora, cuando llega un caso real que generó la muerte de una joven provocada por un conductor que había bebido y que se dio a la fuga, difícilmente se entiende que con un acuerdo previo al juicio pueda evitarse el ingreso en prisión.
Lo ocurrido fue realmente grave. Se acabó con la vida de una chica de Armellada porque existió una imprudencia muy grave. El caso de esta sentencia se suma a los que han surgido recientemente en los que incluso se aplicaban indultos después de que existiesen sentencias con condenas importantes.
La ley está para cumplirse y difícilmente se entiende que pueda convertirse en un atenuante —aunque sea para el delito de resistencia a la autoridad— el que el conductor hubiese ingerido alcohol. La Justicia sigue haciéndose extraña a la lógica ciudadana en demasiadas ocasiones.
