Diario de León
León

Creado:

Actualizado:

E l mapa real de las comunicaciones en León lo elabora el asalariado de la operadora naranja, que desiste de ofrecerte el paquete integral nada más que le enumeras el código postal, convencido de que a ese punto llegará antes el eco que la fibra óptica. Hay días que no se puede sentir más que compasión por los foráneos que rebuscan en aclarados del bosque y en los riscos la señal del cuatro gés, al parecer uno de los avances más adictivos de la edad moderna sin el que resulta imposible subsistir una vez que te acostumbras. Estamos lejos del enganche aún, incluso de catar la droga, de la que sabemos en más de tres cuartas partes del territorio por los titulares lejanos. «Los habitantes de tal lugar podrán navegar a una velocidad diez veces superior». Menos mal que la composición no es fruto de la arrogancia ni obra de ninguno de los tuercebotas que se empeñan en ahondar en los agravios territoriales que nos persiguen casi desde que fundaron la UCD. La opinión de uno que vive en zona tan retraída frente a los avances tecnológicos que se pueden disfrutar allá por donde se consume el agua del Esla que permitiría navegar con la leyenda del Pisuerga como si se tratara de un fuera borda por Caminha es que el autor del titular fue modesto en la valoración; que donde puso diez podía haber puesto cien o mil, y no faltaría un resquicio a la verdad. Al fin y al cabo, desde que sabemos de la relatividad, hay que ver con qué se compara. Diez veces superior parece una miseria (con perdón) si se toma como referencia la velocidad que disfruta un abonado de Carrizo, por no escarbar la huella del ultraje cantonal y meter en danza a los que desean tener cobertura para mandar a Brasero una foto del perigeo lunar en la noche estrellada de Cospedal o Villamorisca. Diez veces más veloz, alardean los tipos, como si fuera gratis el maná de euros que hizo posible el avance. Resulta un poco violento debatir las cuatro gés en el pulso del disfrute tecnológico cuando no somos capaces de mantener una conversación limpia por la LE-30 (eh, con manos libres o de copiloto, quieta la Guardia Civil). Si Don César se dejara entrevistar un día costaría limitar las preguntas al equipo ciclista, como aquel de Mediaset que asaltó al patrón de Repsol con el micrófono y le habló de las motos en vez del precio de la gasolina. No duele que espíen las llamadas; lo que ruboriza es que sepan lo que pagamos.

tracking