Diario de León

TRIBUNA

El prerrománico, patrimonio de la humanidad ya

Publicado por
Artemio Martínez Tejera.
León

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Si nada lo impide, a finales de este año de 2014 aparecerá publicado por una editorial leonesa un libro que recogerá los últimos avances y novedades relacionadas con las llamadas desde finales del siglo XIX «iglesias mozárabes». Un video-libro, para ser más exactos, mostrará al público los entresijos de una arquitectura, por su significado y excepcionalidad, que hace ya muchos años que debía estar incluida en la lista de patrimonio de la humanidad establecida por la Unesco (World heritage site).

Pero no estamos aquí para hablar del libro. Ya habrá tiempo para que las personas que deban hacerlo, lo hagan. Estamos aquí para reclamar la existencia de una arquitectura singular, única, en todo el Occidente cristiano, localizada en la mitad norte de la Península Ibérica.

Una arquitectura novedosa que apareció en el siglo X y ofreció a la sociedad edificios singulares y únicos durante al menos un siglo. Pero fue una arquitectura efímera en el tiempo; tan efímera como la situación que la generó. No podía ser de otra manera.

Sin embargo, otros edificios españoles altomedievales forman parte —y con todo merecimiento— del patrimonio de la humanidad, y también se encuentran en el norte de España: me estoy refiriendo a los edificios del prerrománico asturiano, las conocidas como iglesias prerrománicas asturianas.

Pues bien, las iglesias del prerrománico leonés, las iglesias prerrománicas leonesas, deberían formar parte igualmente —y no con menor merecimiento— de tan emblemática lista. Eso es lo que hemos venido a decir aquí otra vez (no nos cansaremos de repetirlo), aunque ya lo hicimos hace años y la petición entonces cayó en saco roto. Incuso intenté ponerme en contacto con políticos de todas las tendencias, pero no obtuve respuesta alguna.

Y no son pocos los edificios, como verán en la lista aproximada que ofrecemos a continuación. Por cierto, cuando se habla del «prerrománico leonés» no nos referimos al prerrománico localizado en la actual provincia de León, surgida como todos sabemos, por necesidades de organización administrativa del Estado español en el siglo XIX. En este sentido, el prerrománico asturiano, el arte de la monarquía asturiana, no causa ningún conflicto, pues se identifica con el arte de un territorio que apenas ha variado con los siglos.

Pues bien, como historiador debo hacer lo mismo: identificar el prerrománico leonés con el arte de la monarquía leonesa y sus territorios (especialmente su primera etapa, 910-1037); y lo mismo ha de hacer la sociedad, que no debe identificarlo con el territorio provincial y comunitario resultante de las artificiosas divisiones administrativas realizadas en los siglos XIX y XX.

En Castilla y León cinco provincia implicadas: Burgos tiene San Juan Bautista (Barbadillo del Mercado), Covarrubias (Torre) y ermita de las Santas Centola y Elena de Siero (Valdelateja), jun to a los restos en Santa María de Retortillo

En León están San Miguel de Escalada, Palat de Rey (León ciudad), Santo Tomás de las Ollas (Ponferrada) y Peñalba de Santiago, además de la Cueva de San Genadio. Y existen retos en Santos Facundo y Primitivo o San Benito (Sahagún), Santos Adrián y Natalia (Boñar), Santa Marta (Astorga), Toral de Merayo, San Pedro de Montes (Montes de Valdueza) y Santa María de Villarmún.

Soria conserva la ermita de San Baudelio (Casillas de Berlanga) y Zamora los restos en San Martín de Castañeda y San Salvador de Tábara.

Y en Valladolid están la iglesia de San Cebrián (Mazote) y la capilla de Coto de Castilleja (Mayorga, propiedad privada) junto a los restos en Santa María de Wamba y en San Román de Hornija.

Por también Cantabria —San Román de Moroso (Bostronizo) y Santa María de Lebeña—, La Rioja —San Millán de la Cogolla (de Suso) e iglesia de Santa María de Arnedillo— o Galicia —Capilla de San Julián (Monasterio de San Julián de Samos)— cuenta con restos importantes.

Cualquier proyecto destinado a solicitar la aclamación del prerrománico peonés como patrimonio de la humanidad ha de ser un proyecto español supracomunitario, un proyecto construido y avalado por las cuatro autonomías en las que se localizan estos edificios (en su mayoría iglesias o edificios culturales). Lo idóneo sería que fuera la provincia de León, de la mano de la Junta y del Obispado de León, la que comenzara a tirar del carro.

La pregunta es: ¿comparten entusiasmo e intenciones las comunidades y la Iglesia? ¿están preparadas para afrontar un proyecto conjunto? Tal vez soy optimista, pero creo que sí, que es el momento de actuar conjuntamente.

Invertir en Patrimonio es una obligación en un país que como España, «vive» del turismo. O debería serlo.

Si estos edificios formaran parte del patrimonio histórico de cualquiera otro país del mundo (de Occidente o de Oriente), tengan por seguro que hace ya muchos años que tendrían la consideración de patrimonio de la humanidad. ¿Cómo es posible que las administraciones dejen pasar estas oportunidades? ¿En qué están pensando?

Se que no es una cuestión fácil de explicar, pero el prerrománico leonés representa mucho más que simples «guiños» a la arquitectura califal; presenta testigos arquitectónicos y decorativos de la presencia en su construcción de artífices culturalmente islámicos y no de artífices cristianos, ni siquiera los supuestamente arabizados «mozárabes».

Y esta singularidad es la que merece ser declarada patrimonio de la humanidad: aire fresco en la arquitectura altomedieval cristiana de Occidente, eso es lo que representa, ni más ni menos, el arte prerrománico leonés. Una arquitectura tan efímera en el tiempo que apenas duró tres o cuatro generaciones, las que tardaron los nuevos cristianos en «convertirse», culturalmente hablando.

Es una prioridad ya, en 2014, que los dueños y los gestores administrativos de estos edificios se sienten a hablar; es su obligación para con la sociedad española. Los edificios no entienden de tiempos, entienden de orígenes, causas, efectos y consecuencias.

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