Menos de lo mismo

L a única noticia nueva la ha dado el Banco de España, pero desdichadamente es la misma: no sería prudente subir los sueldos de la gente que sigue teniendo sueldo, porque eso sería amenazar la recuperación que nadie ha visto, pero se dice que ya está en camino. La gente, que siempre espera y que nunca se cansa de esperar, aspiraba a encontrar titulares reconfortantes en el mensaje navideño del rey, incluso una expresa alusión a la infanta Cristina, pero ¿acaso es él guardián de su hermana? Su Majestad Felipe VI ha hablado de generalidades, que en España siempre es mejor que hablar de generales. El joven monarca tiene un encanto resistible, pero la verdad es que entre todos se lo estamos poniendo muy difícil. Ojalá tenga suerte, porque la suya sería, en parte, también la nuestra. Urge liquidar cuentas porque el año le quedan muy pocas páginas y nuestro papel sigue siendo el mismo y el papel moneda escasea tanto que el salario mínimo subirá sólo tres euros y pasará de 645,30 a 648,60.

No es como para tocar campanas, más que nada porque no le suenan a amuchas personas. Por ejemplo, los sindicalistas, de los que hay mucho que hablar mientras ello callan, han calificado el incremento de «pobre e injusto» y en eso al menos tienen razón más que dos santos, los señores Fernández Toxo y Cándido Méndez, que no acaban de apearse de sus altares. A la que finalmente no podrán derribar de su resistente pedestal es a Monserrat Caballé, que parece varias, pero en lo suyo es única.

Tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía por el que acepta seis meses de prisión que no tendrá que cumplir, y una multa de 240.000 euros por fraude fiscal, la eminente soprano evitará ir al trullo. Para eso están los abogados más listos y los más hábiles, capaces de convencer a los jueces de que se puede residir al mismo tiempo en Barcelona y en Andorra.

Mientras tanto, seguiremos de pobres y seguiremos creyendo eso de que la Justicia es igual para todos.