Oportunismo tras cuatro años de olvido total hacia la vivienda

El intenso año electoral que arrancará en menos de tres meses parece que es capaz de poner en marcha todo tipo de iniciativas que en realidad se han echado en falta durante los cuatro años de mandato. Lo que parecía imposible se hace de repente factible y lo que permanecía totalmente paralizado se intenta mostrar como activo aunque sea muy complicado hacerlo creíble. Si hace unas semanas se anunciaban unas bolsas de trabajo por parte del Ayuntamiento de León como cierre de un mandato marcado por un polémico ERE —tumbado por la Justicia en varios aspectos— ahora le toca el turno a la vivienda. Se prepara un plan sobre esta materia cuando faltan 86 días para las próximas elecciones municipales. Ya no es cuestión de que no dé tiempo a que genere frutos. Es que se roza el esperpento si se recuerda el conflicto que ha existido en los últimos años en España en este campo con los numerosos desahucios y los graves problemas económicos sufridos por muchas familias. Y más si se tiene en cuenta que en León existe una importante bolsa de viviendas sociales que permanecen en el olvido por parte de las instituciones.

La concejalía de Belén Martín-Granizo ha sufrido una parálisis total durante los últimos cuatro años. Ni siquiera ha sido capaz de reactivar los planes ARI para la rehabilitación de viviendas. Y ahora parece que intenta exhibir una actividad de la que ha adolecido con un plan voluntarista que únicamente responde a ese calendario electoral que genera ahora urgencias para exhibir una gestión que no ha existido.

En otras ciudades, como en Valladolid, el Ayuntamiento hace tiempo que trabaja en iniciativas como la de conseguir viviendas de Sareb —banco malo— para gestionarlas como pisos sociales. Oportunidades existen pero ha faltado iniciativa o ganas de trabajar.