A que no

Tiene un gamberro salao la manía de enmendar los carteles o anuncios que ponen «Se vende» rotulando debajo un «A que no».

Recúerdese al efecto que «el pesimista es un optimista bien informado».

Indicó Javi Gepé que en el Bierzo no cabe ese «a que no», porque no ponen «se vende», sino «se vendería», tiempo verbal retranqueado que lleva dentro tantos noes como síes, futuro condicional... e incierto... aún más si te lo dicen con el tono agallegado y cazurrante del que no declara todas sus intenciones... «se vendería»... ya ves.

El carácter ¿lo da la tierra?...

El berciano aprendió pronto a guardarse algo en el sótano o en la manga; los reyes, abades, ejércitos, recaudadores, señoritos, funcionarios, condes o mineros-ingenieros siempre vinieron aquí para robarle un poco más, nadie se engañe... a dar vienen pocos... de modo que, si puede, el berciano practica un amable y sano desprecio por la ley, recordando Gepé aquella vez que fue a Bembibre a explicar un nuevo impuesto llamado «iva» al gremio de sastres; al finalizar se le acercó un hombre menudo para agradecerle las explicaciones, aunque fue más por hacerle ver que «será como usted dice, pero eso, aquí, no tendrá mucho vigor», y se despidió amablemente.

O sea, como un «a que no».

Y al despedirse también dejó Javi su conseja: «Si la vida te da la espalda... tócala el culo».

Yo me volví a ese «a que no» que me tiene un regusto cínico y burlón muy tentador y medicinal, pues quise imaginarme al lector acudiendo a este deporte del rotulador con cada programa electoral de los partidos que ahora mismo le estén dando la tabarra a fin de poner un «a que no» al pie de cada una de las promesas que considere que son falacias o delirios... y el programa que menos «a que no» coseche se lleva su papeleta... resuelto el dilema o la indecisión.

Por lo mismo, le cabe también rotulador a tantos carteles electorales donde candidatos con cara de hogaza, de iluso o de cohecho lucen su brindis al sol. Les cabe un «a que no» al canto.

La risa es el arma última que le queda al peatón... pero saben congelársela.