Precariedad sin solución en los regantes del Tuerto

La situación que padecen desde hace 20 años los regantes del curso bajo del río Tuerto carece de cualquier justificación. Cada campaña de riego denuncian la precariedad que padecen por la falta de lógica con la que se actúa en el aprovechamiento de los recursos hídricos siempre insuficientes.

El caos que padecen los productores, en una zona especialmente apta para la remolacha, es tan notable que incluso tienen que aprovechar el agua recogiéndola casi a calderos de escorrentías o del río. Y todo ello porque infraestructuras que han tenido unos elevados costes para las arcas públicas siguen sin aprovecharse, algo que evidentemente tiene una difícil justificación.

La presa del Porcos, construida en 1994, sigue sin cerrarse aunque han transcurrido desde entonces más de dos décadas. Y algo parecido ocurre con la millonaria obra realizada en Villagatón y que ha padecido los sinsentidos de los problemas competenciales de las distintas administraciones, mientras pasaba el tiempo sin que nadie aportase una solución.

Hace ahora tres años, en 2012, se avanzó la posibilidad de que la Confederación Hidrográfica del Duero asumiera la titularidad de la presa, que construyeron la Junta y la Diputación, para intentar paliar esas carencias. Pero todo aquello sigue sin activarse. Las altas temperaturas y la falta de lluvias de esta primavera se han convertido en un recordatorio para los productores, que recuerdan que sí existen soluciones y que son factibles.