Diario de León
Publicado por
PEDRO TRAPIELLO
León

Creado:

Actualizado:

L a bizca memoria mala y el alzheimer informativo tienen la culpa del arcén y las cunetas donde enterramos los nombres que fueron nombrados un día y que orilló la velocidad de los tiempos, lo efímero de la gloria o las ganas de olvidar.

Al hablar ayer de Víctor de Felipe en la tertulia coja, todos, salvo dos, preguntaron quién carajo era ese tipo. Ni les sonaba. Pero en Crémenes suena, cómo no, era su patria natal (nació en Sahagún, destino de su padre guardia civil, Victoriano Felipe Solturas, aunque a los dos meses le destinaron al cuartelillo de esa montaña riañesa) y es el pueblo en el que sembró gratitudes por dotarlo de santos, plaza, fiestas, las aluches célebres que se premiaban con un medallón de oro macizaco... y por los veraneos de quince días que él pagaba llevando a los guajinos del pueblo de veinte en veinte a que conocieran la mar de Asturias, Santander, Mallorca... ¡cómo olvidarlo!, te dicen.

¿Qué fue de él?...

Muchos futboleros de esta ciudad le recuerdan porque patrocinó en los 70 un torneo triangular de verano para la Cultural con un trofeo también de orazo puro (tres kilos) que se llevaría el equipo que lo ganara tres veces (nadie lo ganó y hubo de devolverse al remitente, no sin pleitos, creo recordar).

Victor de Felipe tuvo gran eco en la prensa «nacional» cuando era teniente y mandaba una unidad de carros, la primera de las tropas de Franco en entrar en Barcelona en 1939; se pasó de periferia y acabó ante el ayuntamiento; creo que fue su primer gobernador; poco tiempo. Acabada la guerra, su celebridad y sus influencias le permitieron fundar una pequeña compañía aérea, Transeuropa , y después, más negocios, empresas en Madrid... y una prosperidad veloz. Pero si sabía dónde iba, no olvidó de dónde venía; y eso de pagar años y años las vacaciones de aquellos críos es ejemplar, recuerda al indiano generoso y agradecido que volvía al pueblo y hacía iglesia, obras o una escuela (Pablo Díez, de Vegaquemada, quizá fue el último, siguiendo su estela Antonino). Sin embargo, quien tiene el marquesado de Crémenes es David Álvarez, que para eso se lo inventó, se lo compró y se lo firmó el rey.

tracking