Diario de León
Publicado por
leónLaura de la Torre Silván.
León

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Quien siembra vientos recoge tempestades

Q ue la nueva legislatura que comenzaba en el Ayuntamiento de Astorga iba a ser, cuanto menos, entretenida era de esperar. Pero la irracionalidad con la que se pueden palpar los hechos que en ella internamente concurren es algo notablemente asombroso. Partiendo de la base de que el Pleno en un Ayuntamiento es el máximo órgano de representación política de los ciudadanos y donde estos pueden acudir libremente y fundar su propia opinión al respecto, quiero compartir la mía, como asistente a la sesión del 24 de septiembre. Prácticamente nada más llegar me encontré con una clara división, manifiesta tanto en el ambiente como en la respectiva colocación de los ediles que allí concurrían. El puesto que cada cual ocupaba era determinante para llegar incluso a conocer su postura. Por un lado se podía observar una poderosa (ya que así lo han querido los electores) derecha, hambrienta de conseguir todo aquello que desea a cualquier precio, junto a un títere Partido Autonomista Leonés–Unidad Leonesista (el PAL-UL) que poco deja ver más allá de su propio beneficio.

Ambos, frente a una izquierda débil por separado, pero que suma una valiosa fuerza en conjunto, apostando por los intereses de las personas en general, sin hacer entre ellas distinción alguna. Me recordó un poco, a decir verdad, a cualquier juicio verbal de los que tan acostumbrada estoy a ver y estudiar. Salvando las distancias, por supuesto, se apreciaba como la defensa se enfrentaba a la acusación y viceversa. Eso sí, en el centro de la mesa, se encontraba el supuesto magistrado (nada más lejos de la realidad), que poco decía y parecía que algo escuchaba, pero que estaba, y nunca mejor dicho, ‘puesto por el Ayuntamiento’ bajo la rúbrica de Sr. alcalde.

La incoherencia que sacude al actual equipo de gobierno del Ayuntamiento de Astorga es abrumadora, siendo tan evidente que hasta un invidente lo vería. Es tan incongruente el apoyo incondicional (y hasta de fanatismo lo calificaría) del PAL-UL hacia el PP como ese «ahora no pacto pero luego no descarto pasar a formar parte del equipo de gobierno» que a muchos nos dejó perplejos. Me pregunto yo qué pensarán los ciudadanos a los que este partido represente.

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