EDITORIAL: En Puente Castro la solución se hace problema

El acceso hacia el barrio de Puente Castro por la avenida Miguel Castaño es fundamental para los vecinos de esta zona pero también para las numerosas personas que circulan a diario por un área donde se acumulan grandes espacios comerciales, áreas deportivas e incluso el cementerio de la ciudad. El puente construido desde La Lastra apenas ha conseguido absorber tráfico por la falta de continuidad de su vial tras el hallazgo de unos restos arqueológicos que paralizaron la obra de la gran avenida que debía continuar hacia el corazón del barrio de Puente Castro. La confluencia de todos estos factores genera que el acceso hacia el puente sobre el Torío tenga una importante saturación de tráfico que reclamaba una solución. Pero lo ocurrido es que se ha generado un problema mayor. Los vecinos del barrio tienen razón cuando tachan de ineficaz e incluso peligrosa la solución buscada en forma de glorieta de escasas dimensiones. Las rotondas, en ocasiones, ayudan a una circulación fluida. Pero está comprobado que si son reducidas la acaban entorpeciendo.