EDITORIAL: Una competencia desleal que daña a los que sí cumplen

La queja de los talleres por la existencia de una notable competencia desleal está totalmente justificada y debe ser atendida por las instituciones. El conflicto que genera el hecho de que uno de cada seis establecimientos en los que se reparan vehículos no cumpla con sus obligaciones es en el fondo un problema para todos. Por una parte se ataca al propio sector de especialistas a los que se les resta actividad de una manera ilícita lo que directamente supone menos puestos de trabajo, menores posibilidades económicas y complicaciones en sus garantías de futuro. Pero de manera automática existe un problema para el conjunto de la sociedad y que es consecuencia directa, como en otros muchos campos, de la existencia de una economía sumergida que sirve para evitar la contribución a las arcas públicas de las que se pagan los servicios e infraestructuras que necesitamos y usamos todos.

Las instituciones públicas están obligadas a perseguir y castigar las acciones al margen de la ley de quienes intentan escapar a los controles, al empleo de trabajadores con todos los papeles debidamente tramitados y al pago de tributos. La lucha contra quienes nos engañan debe librarse con todos los medios al alcance. Las subidas del IVA decretadas durante la crisis han generado daño al sector de los talleres de automoción. Se aplica una tasa alta y las facturas que deben cargar a los clientes se han elevado notablemente. El sector está soportando esa presión y no se merece que se mire hacia otro lado ante las quejas por esa competencia desleal que hace tanto daño.