EDITORIAL: Gesto de unidad frente a los terroristas
El 11-M ha quedado inscrito en letras negras en la Historia de España pero tras doce años se ha alcanzado un cambio que resulta singularmente esperanzador. Por primera vez todas las asociaciones de víctimas del terrorismo y los distintos partidos políticos hicieron un gesto de unidad frente a una de las grandes lacras que sufre el mundo en este inicio del siglo XXI. La experiencia vivida en el caso del terrorismo etarra debe servir de ejemplo sobre cómo se puede derrotar a la violencia desde la unidad y con la generosidad nunca suficientemente valorada de las víctimas con su templanza.
Lo ocurrido ayer sirve de algún modo para pasar página en un 11-M que inició una etapa de crispación en España que no ha contribuido a nada bueno en los últimos tiempos y que quizá es de algún modo el precedente remoto de la actual era de intolerancia que exhiben todos los partidos cuando se les invita al consenso y al diálogo. Al margen de todo esto y ante las nuevas amenazas terroristas la unidad se hace totalmente imprescindible.
