No aprendemos
Bueno, mejor, no aprenden. Porque por más que hagan mal una cosa siguen repitiéndola una y otra vez, así que no sirven de nada los errores, no los aprovechan y eso lo sufrimos todos, porque a ellos les da igual. Parece que están en esto porque no les queda más remedio, pero no es lo que les gustaría, sino lo que les da de comer (muy bien, por cierto).
Me refiero al lío que se ha montado con las rotondas de la Granja y los hospitales. No es nada nuevo. Creo que quien proyecta una infraestructura de este tipo lo primero que debería mirar es documentación de casos similares. Pero está claro que no lo han hecho y por eso pasa lo que pasa.
Si repasamos la historia completa de la Ronda Este nos encontramos con que se proyectó toda seguida, como el pasodoble, y desde el primer momento se vio que aquello era problemático, Recuerdo a mi compañero Paco Pons que hizo junto con el fotógrafo un primer recorrido completo antes de que se abriera al tráfico. Cuando volvió a la redacción dijo: «Como no pongan semáforos habrá muchos accidentes. Así es peligroso el trazado». Si eso se puede deducir de un simple primer viaje no entiendo que los técnicos en la materia se empecinen. Pero la ronda se abrió como estaba y poco después tuvieron que instalar semáforos. Años más tarde, con el crecimiento del alfoz había grandes atascos en la rotonda de Villaobispo que solucionaron con una rotonda y un paso subterráneo, justo lo mismo que hicieron en el cruce de Michaisa.
Pues bien, se les plantea el problema de la Granja y los hospitales y reinciden en el error de hacer rotondas sin más, cuando en estos casos está comprobado que no son suficientes. Se necesita un paso subterráneo que dé salida a la dirección con más afluencia y el resto puede arreglarse con la rotonda, pero no sólo con ella.
Me pregunto si es que no les da la mente para más o si es que se aseguran el trabajo de mucho tiempo. Primero proyectan la rotonda. Luego se ve que no es solución. Entonces se ponen semáforos, pero las colas siguen siendo kilométricas y luego de mucho marear la perdiz se decidirán a hacer pasos subterráneos. Acabáramos. ¿Por qué no empezaron por ahí y nos habrían ahorrado tiempo, dinero, atascos y hasta accidentes mortales? Pero ahora seguimos empantanados.