EDITORIAL | Mendicidad que reclama una vigilancia

El fenómeno de la mendicidad en las ciudades no es nuevo y desde las organizaciones que trabajan con las personas necesitadas se lanzan constantes alertas. Defienden que la ayuda tiene que ser coordinada a través de colectivos que den una respuesta adecuada a cada caso personal, para que pueda cubrir sus necesidades y las de sus familiares. En demasiados casos existen circunstancias que generan un cierto abuso de la buena voluntad de las personas, porque detrás de la mendicidad no sólo están personas que buscan ayuda a título personal. No son pocos los casos en los que las investigaciones de las organizaciones no gubernamentales o incluso de las autoridades detectan redes que tienen unos métodos que rozan los límites de la legalidad con sus fórmulas de coacción en todos los frentes. Las autoridades deben estar vigilantes para que nadie abuse de quienes viven más en precario.