Todos mienten

E l Tribunal Constitucional ha anulado la prohibición de los toros en Cataluña, porque dicha decisión no figura en las competencias del Gobierno Catalán y a continuación dice, «pero nada impide que la comunidad autónoma (como en la nuestra con el Toro de la Vega) en ejercicio de su competencia sobre ordenación de espectáculos taurinos (17 reglamentos vergonzosos taurinos en toda España) pueda regular el desarrollo de las representaciones taurinas o pueda en materia de protección de los animales establecer requisitos para el especial cuidado y atención del toro bravo». Concretando, la sentencia sobre Cataluña es tan mentirosa y deja tantos recovecos jurídicos que una de cal y otra de arena, que es, como sí pero no y de ello rápidamente salieron al paso las dos mujeres más antiespañolas de la historia, la presidenta de la Comunidad y la alcaldesa, diciendo con esa prepotencia que las caracteriza rechazar todas las decisiones del Tribunal Constitucional «no volverá a haber toros en Cataluña, lo diga quien lo diga».

Y digo yo, ¿para qué sirven los tribunales? Que por cierto, pagamos todos los españoles con nuestros impuestos, porque habrá que recordar la histórica frase de aquel alcalde de Jerez, Pedro Pacheco, «la justicia es un cachondeo».

Hace unos días, el diputado Alfrec Bosch, de Ezquerra Republicana hacía unas declaraciones desde su tribuna, que la fiesta recibía una subvención de 571 millones de euros, cuando todos sabemos que la Comunidad Europea no da ni un euro, claro que ya conocemos a este trilero desvergonzado que es capaz de decir que Cristóbal Colón y Miguel de Cervantes son catalanes.

Pero parecidos debates (todos políticos mentirosos) se están desarrollando en capitales como San Sebastián, Vitoria, Coruña o Palma de Mallorca; no es de extrañar con estos políticos como Pablo Iglesias o Gabriel Rufián que cada vez que hablan escupen odio visceral contra todo.

Todos mienten. Vaya tropa.