Deterioro universitario
El candidato con más apoyos para sustituir el rector ‘plagiario’ de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid es un catedrático de Telecomunicaciones que se saltó la ley de Incompatibilidades, al trabajar como consejero de una empresa privada mientras ejercía la cátedra sin la correspondiente autorización de compatibilidad. En las informaciones que dan cuenta de semejante irregularidad, se afirma que si el rector plagiario optase por presentarse, sería sin duda reelegido. Que es como afirmar que la corporación universitaria no da importancia a su propia degradación profesional y, si se la dejara a su libre albedrío y la opinión pública no fuera tan exigente, insistiría machaconamente en sostener la autoridad de un falsario que se apropia del trabajo intelectual ajeno para disimular su propio fracaso. Conviene que la política, en su acepción más noble, tome cartas en el asunto. Una Universidad en que sucedan con naturalidad estas cosas y que no salte en pedazos a instancias de sus propios profesores, de sus alumnos más conscientes, de los políticos que la supervisan, no tiene sitio en un país libérrimo, culto y democrático como el español. Si la academia no consigue depurarse y expulsar a los parásitos, tendrán que ser las instituciones las que hagan limpieza.