EDITORIAL | La Casa Botines se abre a la ciudad como clave de la nueva fundación
La Casa Botines es sin duda uno de los tesoros de la ciudad. El genial arquitecto catalán sólo dejó tres obras fuera de Cataluña: el Capricho de Comillas, el Palacio Episcopal de Astorga y este céntrico inmueble que desde hace décadas está vinculado a la Caja leonesa. El edificio Botines recibió hace dos décadas una importante inversión para restaurarlo buscando el origen ideado por el artista de Reus. Pero de algún modo siempre ha permanecido cerrado a los leoneses, que únicamente podían acceder de manera parcial hacia las oficinas de la entidad o más modernamente a las zonas de exposiciones temporales.
La nueva Fundación España Duero, heredera de los elementos no bancarios de la antigua Caja, ha decidido abrirlo al público. Será una de las fórmulas para autofinanciarse porque esta nueva entidad precisará un presupuesto de más dos millones de euros para desarrollar su actividad.
La Fundación quiere ser la continuación de la Obra Social de la Caja que tantos beneficios generó en la ciudad y en general en toda la provincia. Pero tras la fusión de Caja España y Caja Duero también se unieron sus esfuerzos sociales y culturales por lo que la nueva Fundación cuenta con patrimonio en buena parte de la Comunidad e incluso en Cáceres, lo que extiende su ámbito de actuación.
Botines debe convertirse desde ya en un valor más para la ciudad en todos los ámbitos y su apertura genera un nuevo espacio de interés para atraer visitantes o para prolongar las visitas de quienes ya acuden a León.
