Reindustrializar León, empieza por Torneros

H ace varias semanas formulé una pregunta escrita al Ministerio de Fomento sobre el inicio de las obras de urbanización para la Plataforma Logística Intermodal de Torneros. Hace quince días, el Ministerio me respondió sin comprometer fecha alguna y con una sarta de obviedades que se resumen en dos: por un lado que «los recursos son limitados» (¡gran descubrimiento!) y por otro que «continuará con la elaboración de los documentos urbanísticos y técnicos necesarios mientras se analiza la demanda real existente» (balones fuera para ganar tiempo). La respuesta, plenamente insatisfactoria, exige nuevas iniciativas políticas y sociales en general y parlamentarias en particular, pero antes aclararemos algunos extremos.

Precisamente porque los recursos son limitados Sepes, entidad pública de suelo, dependiente del Ministerio de Fomento, debería completar la inversión ya iniciada en Torneros y no bloquear las inversiones y los trabajos ya realizados. Hasta el momento están adquiridas 197 hectáreas y pagados 8,5 millones de euros. Para llevar a cabo el proyecto de Torneros se diseñó el trazado existente de la LE-11 y se ejecutó el paso (salto de carnero) sobre las vías del AVE. Para realizar la Plataforma Logística se tramitaron (durante años) y aprobaron un Plan Especial y su correspondiente Estudio de Impacto Ambiental que, por cierto, caducaría (el 19-XII-2019) si no se ejecuta el proyecto. En total se lleva invertida una ingente cantidad de recursos económicos, administrativos y humanos cuya paralización injustificada es el mayor despilfarro en el que incurren las administraciones y Sepes.

Por lo que se refiere al etéreo propósito de analizar la «demanda real existente», se trata de una vulgar coartada para no hacer nada. Es evidente que no habrá nunca demanda de unos terrenos desconocidos fuera de León y para los que no se ha hecho ninguna promoción comercial. Lo que debe hacer Sepes, si quiere vender parcelas y recuperar la inversión, es incluir Torneros entre sus actividades de promoción con potenciales compradores, en su página web, etc. Debe hacer con Torneros lo que hizo la Directora General de Sepes, Lucía Molares, el 10 de noviembre de 2016, cuando reunió a «20 operadores logísticos con actividad en el noroeste peninsular» para visitar y ofrecerles terrenos en el Parque Industrial y Logístico de Tordesillas. Mientras no se haga algo tan elemental para Torneros, todas las divagaciones son coartadas con mala fe.

Resulta obvio que un proyecto tan ambicioso puede ejecutarse por fases, ajustando la oferta y la demanda. Pero sobre todo requiere voluntad política para culminar una iniciativa destinada a la instalación de 350 empresas y a crear 3.000 puestos de trabajo. Hasta el momento, desde el año 2012, solo se ha podido constatar lo contrario: la paralización de Torneros por el Ministerio de Fomento (Sepes), con la entusiasta complicidad de la Junta de Castilla y León.

Hace unos días Juan Vicente Herrera declaró en Vigo que la Junta apuesta «no sólo» por el Corredor Atlántico. Sin duda se vio apremiado por otras comunidades autónomas del noroeste (especialmente Asturias) que, como León, corren el gravísimo riesgo de quedar discriminadas en la planificación estratégica de los flujos económicos del futuro. Si la Junta abandona la ley del embudo vallisoletano plasmada en el arbitrario Plan Cylog y en su miserable versión del Corredor Atlántico, tiene que dejar de obstruir el desarrollo de Torneros y exigir al Ministerio de Fomento que comience a urbanizar y a vender parcelas.

Por la misma razón, si el gobierno autonómico se cree el Acuerdo de Reindustrialización que firmó el día 29 de marzo con los partidos políticos de la oposición, en León tiene que comenzar defendiendo la Plataforma Logística Intermodal de Torneros o quedará en evidencia que esa firma era solamente otra operación de propaganda como las muchas que le hemos visto con anterioridad.

La sociedad civil leonesa (asociaciones de vecinos, sindicatos, patronales, colegios profesionales...) ha demostrado su unanimidad para exigir que se culmine el único proyecto que puede frenar y hasta revertir la emigración de nuestra juventud y la acelerada despoblación de León. Solamente falta que las administraciones que todos sostenemos cumplan con su obligación. Que unos se pongan a trabajar y otros dejen de distraer y estorbar.