Diario de León

TRIBUNA

Don Antonio Banderas, caramba

Publicado por
JOSÉ MARÍA PRIETO SERRa ESCRITOR Y EXPERTO EN MÁRKETING Y COMUNICACIÓN
León

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E n cualquier país del mundo, la gente, los ciudadanos, están orgullosos y valoran sobremanera tener un compatriota que destaque en su profesión y que, además, quiera poner su talento al servicio de acercar más la cultura a sus paisanos.

Todo esto, en cualquier país del mundo, menos en España. Somos muy pequeños intelectualmente para aceptar y entender y presumir de la grandeza que supone lo que Antonio Banderas quería hacer, ya ha renunciado, para enriquecer su ciudad, su región, su país.

Debe ser cierto eso de que la envidia es uno de los pecados capitales de los españoles. No se si el peor. Pero ahí está. El caso es que, una vez más, nos toca a los españoles. Da rabia.

Como los toros bravos, tenemos marcado a fuego, el hierro de la envidia, de la desconfianza, de la ingratitud y de tantas cosas. Todo eso lo llevamos marcado en nuestro intelecto. En nuestra mente. Y salta a las primeras de cambio. Como es el caso.

¿Qué pecado ha cometido Antonio Banderas? ¿Querer que su ciudad dispusiera de un centro cultural, cuyo fin sería proporcionar a sus paisanos, eso, cultura y colaborar a su formación intelectual de la que estamos en España tan necesitados? ¿Ese ha sido su pecado?

Su reacción, la lógica ante episodios de esta categoría. Ha renunciado directamente a todo su proyecto. ¿A quién echamos la culpa? ¿Quién es el responsable? Presumimos en petit comité del triunfo de los nuestros cuando están fuera. Pero cuando esos mismos triunfadores quieren hacer cosas para su país, dentro de su país, entonces no soportamos esa aportación. Nos molesta. Nos jode. Y ahí viene la debacle que, no nos deja ser como la gente normal, si hombre la normal, la que se preocupa en valorarlas buenas acciones vengan de donde vengan y no la gente anormal que está todo el día con la protesta y la zancadilla si es que puede.

Una verdadera cruz saber del problema y saber de la dificultad de su arreglo. Son generaciones caminando en la misma dirección y practicando esa cerrazón que tanto llama negativamente la atención, cuando salimos fuera.

Antonio Banderas es un español que quiere a su país y que, afortunadamente para él, ha asimilado la cultura americana donde se premia el éxito y se ignora la envidia. Y Antonio Banderas ha querido hacer en España lo bueno que ha aprendido fuera, pero Antonio Banderas ha olvidado que es español. Y que el español no perdona el éxito y entonces su proyecto de hacer algo bueno en su país, en nuestro país, ha pasado a mejor vida.

Un hombre, Antonio, que ha paseado el nombre de España por el mundo con orgullo y con entusiasmo y que, ahora, quería hacer aquí lo que tantas veces vio hacer fuera para que los pueblos fueran creciendo.

Aquí es imposible, hombre. No ves que aquí lo mismo ves a una diputada dar de mamar a su niño en pleno Congreso, que qué culpa tendrá el pobre niño, que dos diputados del mismo sexo se dan un beso en la boca. Eso sí, todos ellos vestidos como si se fueran de excursión.

No, Antonio, tu país, nuestro país, es otra cosa. Habitualmente peor en sus comportamientos, como queda claro por lo que estamos comentando, que otros países de al lado. No digamos de un país como el que tu has vivido tanto tiempo como es EE UU. Muchas veces no me gustan los pantalones de cuadros que llevan pero como patriotas, vamos a ponernos de pie.

Soy de los convencidos que, al final, esta guerra la ganaremos. Pero serán generaciones venideras que, ya desde ahora y poco a poco, se van preparando para que España evolucione de una vez y tengamos voz propia en asuntos que afectan a la cultura y que debemos apoyar de forma clara.

Está fenomenal, ganar opens de golf, torneos de tenis, Champions de fútbol y dominar las motos y la F-1, pero nuestro país necesita saber que tenemos médicos brillantes, ingenieros de primera, periodistas de raza o arquitectos de premio y así hasta el infinito, dentro de ese mundo que, al final enriquece nuestro intelecto y eso es un pasaporte para el futuro que está llamado al éxito.

Ah, y también actores como Antonio Banderas, muy valorado en el mundo del arte y naturalmente en su país. Olé Antonio.

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