Diario de León

TRIBUNA

PSOE más PP más CiU: culpables

Publicado por
FRANCISCO J. LÓPEZ RODRÍGUEZ profesor
León

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L os políticos cuando actúan bien en el Parlamento, bien en actos públicos. abogan y justifican sus actos acudiendo a la democracia y a la representación legitima del pueblo. Es decir, todas las actuaciones están fundamentadas en la voluntad popular. Un político por ser elegido por el pueblo parece que se rodea de una aureola y que todo tiene que girar en torno a él. En sentido estricto la democracia es una forma de organización del Estado, en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que les confieren legitimidad a los representantes. Aristóteles la reconoce como la mejor de las tres formas planteadas, debido a que la mayoría de los habitantes está representada por la persona que ellos elijan para que tome su voz en el gobierno general y así mismo las decisiones y atenuaciones que estos planteen. Es la mejor forma de participación social que se puede concebir.

Ahora bien, cuando la democracia no funciona, según sus principios, se convierte en demagogia, que según el estagirita es la degradación o corrupción de la democracia y consiste en ser una estrategia utilizada para alcanzar el poder político. Esta se lleva a cabo mediante apelaciones a prejuicios, emociones, miedos y esperanzas del público para ganar apoyo popular, frecuentemente mediante el uso de la retórica, la propaganda y demagogia.

Actualmente, la mayoría de los políticos son repudiados por ser considerados como demagogos, y es normal que, cuando sea así, entonces no haya empleo, ni salud, ni educación, ni diversión, ni nada de las necesidades básicas de la gente porque estos demagogos se aprovechan de las situaciones para favorecerse así mismo.

Los partidos tradicionales, que han gobernado este país, se han alternado en el Gobierno y han tenido tanto poder que cayeron en los vicios y en el hecho más abominable, la corrupción. Ante la crisis, el desempleo, los problemas económicos de muchas familias la desesperanza, los desahucios, el no tener que llevar un día y otro el pan a la boca de los vástagos, surge el descontento, surge la desesperación. Y ese que se vio abocado al paro, y el que tuvo que cerrar la empresa, agobiado por las deudas del banco, de la hacienda pública, de la Seguridad Social y de los trabajadores, deambula desesperado porque al lado está el que sigue adelante, lleva una vida lisonjera porque ha tocado los hilos del poder y es beneficiario de todas las dádivas, obras, contrato del amigo político de turno que le concedió las obras o los servicios. Y el avispado, que se ganó al vecino, al amigo, al familiar, tuvo la oportunidad de colocarse en tal o cual organismo público como único mérito ser amigo de…Aquí no hubo concurso, bueno, si lo hubo, fue apañado, ni oposición, ni nada.

Todo exceso de poder corrompe y da lugar a las cloacas del Estado. Cuando un partido político consigue la mayoría en las distintas administraciones, justifica todo bajo el principio del mandato del pueblo, es decir, la democracia. Tres partidos políticos se han repartido el territorio para delinquir y corromper. El PSOE la Bética, de Despeñaperros hasta Tarifa, Ha sido tanta la corrupción en el cono Sur de que no hay provincia andaluza en la que el robo, el atraco invada todas las estructuras del poder, oligarquías perfectamente organizadas por matones se quedaron con los fondos públicos destinados a desempleados, a empresarios, a trabajadores. Consejeros, políticos de baja o nula cualificación arrasaron. Fidelizaron el voto a través de ingentes cantidades de dinero y de subvenciones sin control. Convirtieron una región en subsidiada. Ya en la época de Felipe González y Alfonso Guerra inventaron lo del PER, para que todo ciudadano andaluz tuviera un subsidio de por vida, que con un número de peonadas o trabajos, podía vaguear el resto del año.

De Despeñaperros hacia arriba y que se llamaba la zona cartaginiense, que se extendía, al menos, desde Madrid hasta el antiguo Reino de Valencia, las alcantarillas del Partido Popular se han llenado de políticos cegados por los contratos destinados a satisfacer y engordar los bolsos de unos pocos. Aquí no se benefició a los jornaleros agrarios sino a una panda de matones: políticos y empresarios que adjudicaron obras con grandes mordidas para enriquecer a nuevos señores feudales y, más que a súbditos, a amigos.

La tercera región, llamada Tarraconense, es decir actual Cataluña, aparece un partido denominado Convergencia Democrática de Cataluña que comandado por los Pujol convirtieron toda la autonomía en un feudo gobernado por el honorable.

Los tres partidos: PSOE, PP y Convergencia se enfangaron en la más abominable y oscura corrupción. Y llegó la crisis, el desempleo, la miseria, los desahucios. Y en este río revuelto aparecen los salvadores de la patria, los nuevos partidos. Titiriteros, estraperlistas, alquimistas vociferan en las plazas de las ciudades y cual profetas con sus bocas encendidas y cual mesías aúnan a muchedumbres sedientas de pan y justicia, prometiendo el oro y el moro. Somos los salvadores de la patria, traemos pan y justicia y con nosotros todos los desterrados los llevaremos a la tierra prometida. Os daremos un salario digno. Os daremos una ayuda social de por vida. No tendrás que trabajar porque a los ricos los vamos a estrujar. Les pondremos tantos impuestos que servirán para satisfacer vuestras necesidades, es decir, tendremos un nuevo PER que les han robado su trabajo y los expulsaron al destierro. Los tres partidos han caído en una abominable corrupción que más que favorecer al pueblo han llenado la faltriquera de unos pocos.

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