Diario de León

cuarto creciente

Alcaldes en la pared

Ponferrada

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Los retratos todos los alcaldes que ha tenido Ponferrada desde 1899 hasta el penúltimo mandato cuelgan desde esta semana de las paredes del salón de Plenos. Son retratos que de alguna forma resumen la historia de la ciudad en el último siglo. Ahí están las modas, los trajes, los bigotes, los uniformes, las medallas y hasta el sable en algún caso, la solemnidad de cada época en las caras de quienes nos gobernaron.

Y ahí aparece, sobre las paredes, la psicología de cada uno de los regidores, tatuada en sus gestos, en sus miradas. La indiferencia, la altivez, la esperanza. La inteligencia, el carácter, la servidumbre, el atrevimiento. Hombres de mirada corta, de mirada por encima del hombro. Hombres que miraron más lejos. Hombres que cambiaron la ciudad y que no cambiaron nada, si acaso se contentaron con mantener el orden. Siempre hombres, en cualquier caso.

Cada uno de esos alcaldes que rodean las butacas del salón es hijo de su madre, la mirada les delata, aunque es verdad que las fotografías que se han conservado de algunos de ellos gracias al trabajo de Jesús Courel, ya ancianos porque se tomaron después de que ejercieran el cargo, no sirven para adivinar nada más que un rostro cansado; el de un hombre que ya ha dado lo mejor, o lo peor de sí mismo, y está de vuelta de todo.

Y entre esos 31 alcaldes, claro, hay tres que llaman especialmente la atención. Son los tres alcaldes republicanos asesinados en 1936. Se dice pronto, tres alcaldes fusilados aquel verano; Juan García Arias, el joven de 32 años que desempeñaba las funciones de regidor en el momento de la sublevación militar, fusilado el 30 de julio en León, y sus antecesores, el médico Carlos Garzón y el industrial Francisco Sánchez Rodríguez, ejecutados el 2 de septiembre en las tapias del campo de tiro de Puente Castro.

Los tres están juntos en la misma pared. Y justo a continuación vienen los rostros de los hombres que les sustituyeron. Los alcaldes de la dictadura. Ninguna nota bajo las fotos explica cómo accedieron al cargo, ni cómo ni por qué lo perdieron. Y si tienen que compartir espacio en el salón de Plenos, alcaldes votados y alcaldes puestos a dedo, sin descolgar a nadie, no está de más que todos sepamos al menos a quién estamos mirando.

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