La asignatura pendiente del acoso escolar

El problema del acoso en las aulas ha conseguido superar la barrera de los silencios para convertirse en un conflicto en el que las administraciones toman medidas. Por ese cambio llega el informe periódico sobre la Convivencia Escolar en Castilla y León, un documento muy útil para establecer las actuaciones futuras. Y el balance pone a las claras que queda mucho por hacer. En el caso de la provincia de León, la Consejería de Educación sólo ha conseguido comprobar cinco casos de acoso en las aulas durante el curso pasado. Se reducen a la mitad los episodios probados frente a los diez del informe anterior. Todo esto exhibe la singular complicación que presenta la investigación y comprobación de lo que se denuncia. En el curso 2016/17 llegaron a las autoridades educativas un total de 76 presuntos casos de abusos de unos alumnos sobre otros. Y sólo en cinco de ellos se han podido tomar medidas efectivas.

Es verdad que se trata de un tema especialmente complejo, en el que se debe actuar con cautela. Las denuncias falsas pueden existir y la presunción de inocencia resulta más imprescindible si cabe por tratarse de menores. Pero la indefensión de la sociedad hacia los que sufren nunca puede darse por buena y se requiere más trabajo en la prevención y la investigación cuando existen sospechas fundadas.