EDITORIAL | Impulso clave para la red de biomasa de la Universidad
La factura energética de la Universidad de León se acercó el año pasado al medio millón de euros a pesar de que cuenta con una tarifa económica. Un gasto necesario, porque supone la dotación de servicios básicos como la calefacción o el agua caliente a las instalaciones de la veintena de edificios que integran el Campus de Vegazana. Pero también es cierto que todo el dinero público debe gestionarse buscando la mejor eficacia posible. Y precisamente en la Universidad todos los recursos se hacen escasos y parece un buen camino que se busquen alternativas en las nuevas fuentes de energía para rebajar esa factura tan elevada para poder facilitar más fondos a asuntos fundamentales que redunden más directamente en la calidad del trabajo que desarrolla el centro educativo.
La Universidad de León es la primera institución de la ciudad y del alfoz que ha iniciado su adhesión a la red de energía generada con biomasa, que promueve la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León. Los cálculos realizados sitúan en un 12% la rebaja energética que se podrá alcanzar con la inclusión del Campus en esa red que se está preparando para la zona norte de la capital.
En estos momentos el aprovisionamiento energético de la ULE se realiza a través de gas natural, con unas calderas que se mantendrían en previsión de que surgiesen incidencias en el suministro del nuevo servicio.
Ahora la red se fortalecerá con otras adhesiones que se prevén a corto plazo, como la del Hospital de León, que también tiene un consumo millonario.
