EDITORIAL | La batalla de los pastos de Somiedo es clave para los ingresos rurales
El deslinde por el que el municipio de Cabrillanes (León) recupera terrenos en Somiedo (Principado de Asturias) tiene una repercusiones económicas reales. No se trata sólo de conseguir modificar la linde de ambas provincias para determinar a quién pertenecen un buen número de hectáreas. La batalla tiene un trasfondo que es determinante para las localidades afectadas. El aprovechamiento ganadero y las ayudas europeas de la PAC (Política Agraria Común) que implican suponen un importante botín que la Justicia ha dado a la provincia leonesa, aunque aún falta la decisión final porque desde Asturias se abrirá un nuevo litigio, esta vez, en la Audiencia Nacional.
En las 678 hectáreas de monte afectadas por este caso hay un 65% que, según el Sigpac del Ministerio de Agricultura, son susceptibles de captar ayudas. Se trata por tanto de una zonas con importantes repercusiones económicas para las entidades locales propietarias, que podrán cobrar las rentas de unos pastos más rentables gracias a los subsidios, que resulta fundamental en unas instituciones siempre necesitadas de fondos para mantener los servicios, puesto que la merma poblacional hace que sus presupuestos encojan progresivamente. Lo que sí se ha echado en falta en todo este proceso es mucho más apoyo hacia Cabrillanes y su batalla territorial.
