Diario de León

FUERA DE JUEGO

¿Regionalismo o mesianismo?

León

Creado:

Actualizado:

Se suele asignar a la Junta, de manera tradicional, el honor de haber matado al leonesismo, con todo lo que conlleva. Pero eso quizá tiene algo de contradictorio, al menos desde un punto de vista teórico. La experiencia prueba que los fenómenos —no en su acepción 4.ª del diccionario que se centra en las personas, me refiero a la 1.ª, la de los hechos— se refuerzan ante los ataques foráneos. Experiencias sobradas tiene España y especialmente en este conflictivo asunto de cuántas vueltas es conveniente dar a la boina para ser el más guay en casa...

En la última encuesta de abril sobre el sentimiento de los habitantes de la provincia únicamente otorgaba un punto de diferencia entre quienes se declaraban leoneses y los que se consideraban castellanos y leoneses. Parece que la realidad de la calle está muy alejada de las letanías de abuelo cebolleta que tantas veces nos repiten y que parece que le dan igual a la gente del siglo XXI.

El movimiento leonesista, al que los teóricos incluso abren en dos ramas —político y sociológico— sí tiene un buen historial de sinsentidos, purgas y mesianismo, quizá sólo equiparable en la democracia española a lo que está mostrando ahora Podemos o a lo que nos han exhibido esos a los que casi no se merecen ni ser citados.

El líder histórico del leonesismo exigía fe ciega y filas prietas, y pasaba a cuchillo a todos los aspirantes a disidentes. Mostraba unos principios amoldables sin pudor hasta que acabó ahogado de tanto nadar en todas las direcciones posibles. Y quizá su impronta sigue hoy muy viva, porque la UPL ha pasado de la libertad de las agrupaciones locales a enviar a los compañeros de Villaquilambre a la picota sin que nadie haya dado una explicación.

Ahora se aclara el panorama en León. José Antonio Diez será muy probablemente un buena alcalde si se desentiende de tantos que están ya dispuestos a explicarle qué hacer y cómo. Pero quizá UPL debería decirnos de qué va lo suyo. Su apoyo sería urgente si Antonio Silván llevase 40 años en la Alcaldía. Quizá para Diez supone el primer riesgo, el ir de la mano de una ‘escopeta de feria’, como han probado los pactos anteriores en León. Eso sí, si superan la inacción y el mensaje estéril negándose a pasar hojas en el almanaque. Quizá si el leonesismo se hubiese adaptado a los tiempos y tuviese la visión de su odiado Martín Villa esta tierra no lideraría tantas estadísticas negativas...

tracking