Sobre el patrimonio y el Procurador del Común La enseñanza, los sindicatos y la Administración Que le pongan otro monumento a Fraga Gastar dinero en destruir, mal negocio

No puedo más que expresar mi sorpresa tras conocer las opiniones del Procurador del Común que se acaban de publicar en el Diario de León, referidas a la composición del equipo de personas que integran la comisión de patrimonio de esta provincia. Este asombro parte de la evidente falta de conocimiento de la citada persona sobre la composición de dicho plantel. En resumidas cuentas se dice que son pocos los arquitectos que integran la comisión, de lo que se desprende que, de haber más, el patrimonio estaría mejor protegido y que fechorías como la relacionada con la brecha abierta en la cerca para habilitar el acceso al aparcamiento que se encuentra bajo la Plaza Mayor no habrían ocurrido. Todavía me da la risa. Se olvida nuestro querido Procurador que la práctica totalidad de las personas que integran la comisión son arquitectos y que tan sólo se da la presencia de un arqueológo en la misma. Quisiera recordar también que la mayor parte del patrimonio, al menos de la ciudad, pertenece al registro arqueológico y, -esto no sé si puede llegar a entenderlo-, la otra parte es susceptible de verse estudiada por métodos o modos de análisis pertenecientes a la arqueología. Por otro lado todo edificio, desde el punto de vista histórico, e incluimos en este «histórico» tanto la propia historia del inmueble como la que comparte con su entorno, un inmueble es algo más que fachada, fondo y alturas y, sin que sea una crítica, los aspectos estilísticos o morfológicos, de presiones o de tensiones que pertenecerían al análisis arquitectónico de las construcciones, poseen un marco en el que quedan palmarias las relaciones del inmueble con la ciudad sus gentes y los diferentes avatares que león haya podido sufrir a lo largo de la Historia; y eso, señores míos, no lo puede hacer un arquitecto. Me gustaría que el señor Procurador se fijase más en cómo se recupera y estudia el patrimonio, en León y en su provincia y en la actividad que desarrollan los diferentes profesionales que nos ocupamos del asunto. Asimismo no estaría de más que se esforzara en conocer cómo existe una política encaminada en favorecer a determinadas empresas relacionadas con el patrimonio, empresas que se conocen en algunos círculos gracias a que no «dan problemas» a quien las contrata. Y eso quiere decir que la actividad del arqueólogo se limita a realizar una limpieza que dé a la intervención un aspecto científico, o que grandes cantidades de material arqueológico sea abandonado en rincones de los propios solares, o que tras intervenciones que ocupan varios meses y equipos más o menos amplios de gente ofrezcan unas conclusiones científicas que apenas ocupan dos párrafos. Señor procurador, infórmese antes de opinar, elija mejor a sus informadores y contraste con más seriedad sus fuentes. Del patrimonio se ha de ocupar mucha gente, pero siento contradecirle, los arquitectos no son las personas más adecuadas. Specum (correo electrónico). Con motivo de las próximas elecciones sindicales para elegir representantes del profesorado en la Junta de Personal Docente, estoy a la espera de oír la explicación que, tanto Comisiones Obreras como UGT, van a dar a los docentes sobre el acuerdo recientemente firmado con la Administración educativa y la patronal para homologar los salarios de los profesores de la enseñanza concertada con los de la pública. Esto es algo que no se entiende pues ambos forman parte de la plataforma en defensa de la escuela pública y esto casa muy mal con la convocatoria de huelga y manifestaciones contra la Ley de Calidad de la Enseñanza porque dicen que ésta solamente beneficia a la enseñanza concertada al tener que detraer dinero de la pública en favor de ésta, ¿acaso el acuerdo no va en este sentido? Tendrán que explicar también si, a cambio de estas ventajas para la enseñanza concertada, el acuerdo tiene contraprestaciones menos favorables como pudieran ser: reparto equitativo de alumnos con necesidades educativas especiales, alumnos de educación compensatoria, emigrantes o selección del profesorado mediante concurso de méritos con la presencia de representantes de las Administración que es quien paga y así, tal vez, podamos salir de nuestra perplejidad. Por otra parte, me llama la atención que la plataforma para la defensa de la escuela pública no haya dicho nada sobre el engendro de colegio que la Junta de Castilla y León acaba de construir en Eras de Renueva que contrasta con los colegios públicos hechos en épocas pasadas por el Ministerio de Educación de distinto signo político. Para ser el primero que hace la Junta se ha lucido en el empeño, y la guinda la pone el cierre del patio con una alambrada más acorde con un corral de animales que con un centro docente. Todo ello me inclina a pensar que ésta pone énfasis distinto en obras de mayor relumbrón, léase Auditorio, centro de Arte Contemporáneo, Ente Regional de Energía..., que me parecen muy bien, pero que me gustaría hiciera el mismo esfuerzo y aplicara los mismos parámetros en la construcción de los centros educativos a los que asisten generalmente los hijos de las clases más desfavorecidas. Por todo ello, espero del equipo de gobierno del Ayuntamiento y de la oposición que exijan a la Junta, antes de recibir el centro, que se haga un vallado acorde con la importancia que un país moderno debe prestar a la educación. Gerardo Pérez López (ex director del colegio Lope de Vega, de León). Fermín Ordóñez llama al Teléfono del lector diciendo:«Quiero hacer una sugerencia al señor alcalde: Para agradecer al señor Manuel Fraga su felicitación por el premio de Urbanismo, nuestro alcalde debía dedicarle otro monumento similar al que ya tiene en San Marcos, pero éste en la Plaza de Don Gutierre, a ver si nos dan otro premio europeo. Y a la inauguración debía invitar a algunos de los que Fraga encarceló por decir que querían democracia ya que todos los aún viven sería imposible pues no cabrían en León». Diorinda Ferrera Álvarez, vecina de Almagarino, se dirige a esta sección «para dar las gracias a la consejera Silvia Clemente por la crítica de la incineración de los jabalíes de Picos de Europa, porque gracias a la contra de la crítica de la consejera nos hemos enterado un poco de la porquería que traman las grandes urbanizaciones. Yo ya llevo unos días intentando encontrar una respuesta a esa chapuza que hicieron. ¿Qué está pasando con esta humanidad, que en lugar de corazón tenemos una piedra? No nos importa gastar un montón de dinero para destruir».