Diario de León

Del comunismo del XX al sociocomunismo del XXI

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La historia del comunismo está sumamente unida al pensamiento que los filósofos alemanes Karl Marx y Friedrich Engels desarrollaron en el siglo XIX. La primera vez que un Partido Comunista logró obtener el poder fue en la Revolución Rusa de 1917.

No se pretende hacer un ensayo filosófico del marxismo y del comunismo como ideología, sino refrescar la historia de lo que fue y significó para la humanidad. De cómo se interpretó la doctrina de Marx y de Engels y qué consecuencias tuvo, tiene y tendrá para aquellos países, unos pocos, que hoy siguen aferrados a ese comunismo que es miseria, hambre y opresión.

El comunismo es uno de los regímenes totalitarios del mundo más sanguinario a los que se unieron, en su día, el nacismo y el fascismo. Estos sistemas ocasionaron más de cien millones de muertos, más muchos más millones de seres que fueron masacrados, deportados, torturados solo por buscar la libertad y no someterse a los dictámenes de unos líderes que, arropándose en súbditos fieles y en un ejército creado para conseguir los fines, provocaron una serie de revoluciones solo y exclusivamente por mantenerse en el poder acosta de aniquilar al contrario con la deportación y, lo normal, con la desaparición física y no precisamente con el tiro en la nuca sino sometiendo a los llamados enemigos del pueblo a las más infames crueldades y torturas que no recuerda la humanidad.

Hoy, hay cinco países comunistas puros: Corea del Norte, Cuba, Vietnam y Laos, más China, bajo el principio de un país, dos sistemas; el político, férreo y dictatorial y, el otro, un sistema capitalista que permite la libertad de empresa para llegar a un desarrollo y ser la segunda potencia mundial económica. El más atroz y sanguinario es Corea del Norte. Se vende como un país militarizado y desarrollado cuando la población, en su mayoría, está sometida a un líder que no duda en usar el látigo cuando alguien se desvía del camino. Sabemos que tiene armas sofisticadas y la población pasa hambre, vaga por los caminos en busca de comida. Hasta dónde llega la crueldad que el ministro de la guerra se durmió en un desfile militar y el presidente ordenó ejecutarlo con un cañonazo.

Y ¿qué podemos decir de Venezuela? No se declara comunista, es el culto a un líder desaparecido, Chaves. Más de diez millones de venezolanos han huido bajo el principio de morirse de hambre cuando en su subsuelo almacena una de las mayores reservas petrolíferas del mundo. Reparte a sus súbditos limosnas para fidelizar el poder. Mientras los líderes viven en la opulencia y el despilfarro y el régimen tortura y persigue a todos aquellos que no le son fieles.

Pues bien, y ¿en España? Un importante comentarista y escritor menciona a España como país que sufrió en su día a un gobierno sociocomunista y que hoy día, en España, ha vuelto el comunismo rescatando a Lenin en la persona de Pablo Iglesias. Hace unos días, el líder de Podemos se declaró abiertamente comunista. No hace falta proclamarlo hasta el más ignorante sabe que Pablo Iglesias es comunista para los demás, pero no para él, su entorno, su familia. Pues sí, el comunismo regresó a España y los españoles tienen o nos tenemos que dar cuenta de que los principios comunistas se quieren imponer de nuevo. Se está demostrando ya con los hechos. El comunismo español no apoya un progreso económico. El comunismo español no apoya al empresario, ni al obrero, que se desengañe. Apoya una sociedad que sea dependiente del padre estado. Apoya todas las causas que pueden contribuir al mantenimiento del sistema para, una vez conseguido el objetivo, dar el zarpazo y limitar todas las libertades.

Felipe González sacó el comunismo de la trinchera. No olvidemos que el Partido Socialista tenía como base el comunismo. Comunistas revolucionarios eran, Largo Caballero e Indalecio Prieto y hoy ¿qué es el partido socialista? Y ¿Pedro Sánchez que ideología tiene? El Partido socialista de Felipe González no existe, el PSOE histórico anida en los nostálgicos en aquellos que ven a Pedro Sánchez fuera de lo que fue el PSOE. Sánchez no tiene ideología, mejor dicho, la ideología es él. Podemos decir que por sus pactos Sánchez es: comunista, independentista y Bildu etarra.

Aún más, el Gobierno es Pedro Sánchez, el PSOE es él, España es él. Todas las instituciones son propiedad de Pedro, I el Mentiroso. El Tribunal Constitucional, es él. El Consejo General del Poder Judicial, será él. El Fiscal General del Estado es de Pedro. Pedro cuando pacta con Podemos es comunista. Cuando pacta con ERC es independentista y, cuando pacta con Bildu, es filo etarra. Cuando está en Europa es español, porque le conviene. Cuando va a Davos es capitalista. Cuando va a Iberoamérica depende, no quiere identificarse con nadie, aunque venera a Maduro, a Ortega y todo los líderes ácratas y oligarcas que hay en Hispanoamérica porque no quiere molestar a sus amigos de Podemos.

Los españoles nos tenemos que dar cuenta que se está imponiendo una revolución pacífica. No será sanguinaria pero sí psicológica que va a torturar a mentes y a ciudadanos con mensajes idílicos. Vosotros, ciudadanos, viviréis bien sin trabajar. Se está politizando los poderes judiciales para servir a los intereses del estado. Vamos camino de un gobierno férreo que solo apoyará a quienes le son fieles, es decir: a los independentistas, a los terroristas y a los anarquistas.

En Europa, hoy, no hay ningún gobierno comunista. El pueblo ha despertado y no quiere saber nada de regímenes que sembraron de sangre el suelo patrio. En España, hay un gobierno socio comunista que, no sembrará estas tierras de sangre, pero puede ser que cada vez haya menos empresas, menos desarrollo, más necesidades porque todavía hay muchos que están soñando en el paraíso del comunismo. La sombra del comunismo es alargada y Pedro I, el Mentiroso, no es socialista, ni comunista, ni marxista. Pedro, el comunismo es él, el socialismo, es él, el poder es él. Pedro abraza todo. No le importa con tal de estar en el poder.

Una cuestión es clara y los españoles deben despertar de la borrachera. Pedro el día que le defenestren, será un capitalista, adinerado, forrado. ¿Alguien sabe qué relación tiene su mujer con Marruecos y por qué se han cambiado los cromos? ¿Qué negocios hay con los del Magreb? Todo se sabrá. Lo real, Pedro, el que traicionó todos los principios constitucionales, el que está pisando todas las instituciones, el que tiene a los jueces, algunos a sus pies, abandonará lo que quede de España para vivir como un oligarca plácidamente en cualquier parte y en los mejores resorts del orbe terrestre. Esto es lo que deben saber los españoles, porque su ideología es él. Con una fatalidad que, con él, se irá el auténtico PSOE.

Muchos comentaristas dicen que tenemos un presidente neurótico y esto es muy peligroso. Las consecuencias se verán. Las previsiones no favorecen el optimismo. Hoy, Pedro, en el siglo XXI, sus actuaciones son propias de un régimen filocomunista.

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