¿Por qué no se afronta una reforma real del sistema sanitario?
Mi respuesta es: por que ningún partido político quiere hoy afrontar una reforma real sanitaria. Lo cierto es que se necesita una reforma profunda del Sistema Público de Salud y no parches en virtud de la «ocurrencia» del político de turno a la hora de intentar «resolver» el problema presente, sin visión de medio y no digamos de largo plazo.
Según los expertos, esta reforma debe ser sobre todo «preventiva» y como elemento fundamental desarrollar una buena Atención Primaria, siempre teniendo en cuenta que «privatizar» no solucionará los problemas básicos.
La Sanidad debe ser prioritaria en la agenda de los políticos, agendas en las que debieran tener parte importante los profesionales de la sanidad, actualmente ignorados en la toma de decisiones. Su trabajo como profesionales es muy bueno, su participación en la gestión nula o escasa.
En política sanitaria, los políticos, deliberadamente no tienen en consideración la opinión de los expertos sanitarios. España tendrá un déficit de más de 10.000 médicos de Atención Primaria en los próximos 5 años, y a esto contribuirá el que muchos de los que se han formado en nuestro país, se verán obligados a emigrar a otros en los que les ofrecen mejores condiciones de trabajo.
Los bajos salarios y la inestabilidad laboral son la causa de que los MIR (médicos internos y residentes en formación especializada) formados en España opten por otros destinos. Esta realidad se hace más penosa en Castilla y León donde las condiciones son más críticas para que los médicos de AP sean los que más busquen un país con mejores condiciones para desarrollar su trabajo.
Parece obvio que el éxodo de estos médicos es un fracaso institucional del país y de nuestro Sistema Sanitario. No se puede asumir que sanitarios formados en España tengan que ir a otros países generalmente de la UE donde encuentran mejores salarios, mejores contratos, menor carga asistencial y mayor promoción profesional e investigadora. Se me antoja triste reconocer que los médicos aun en formación «huyan de la especialidad de AP» al comprobar las condiciones en las que van a tener que trabajar, por lo que la mayoría elige otra especialidad más cómoda y mejor retribuida.
Esto ocurre pese a la machacona insistencia de los estamentos sanitarios que llevan avisando de esta situación durante décadas, no habiéndose desarrollado estrategias dedicadas a incrementar las plantillas de MIR y a renovar las plantillas que se jubilan. Las cifras nos dan la razón, en Castilla y León los MIR cobran entre 2.412 y 3.457 euros brutos en función de si se trata de un médico en 1º año o en 5º año de formación. Para empezar estamos por debajo de la media nacional de 2.558 y 3.593 euros.
Si las cifras las comparamos con las de la UE, las distancias nos hacen ver la realidad, estas van desde los 6.500 euros en primer año a los 10.500 en 5º año. Buenas razones para emigrar, y si a esto le sumamos buenos contratos y estabilidad pues el que puede, se va. Otro dato, Castilla y León encabeza el ranking de plazas MIR sin cubrir, en Medicina Familiar. De 190 plazas ofertadas han quedado libres 55.
Con la enfermería el problema se agrava. En nuestra CC AA hacen falta al menos 500 enfermeros más de los que disponemos y lo triste es que cada año escuchamos esta noticia y cada año se repite lo mismo, que se van… y listo.
Esto lo digo ante el anuncio de que Andalucía y Madrid se llevan a 50 enfermeras que trabajan en León en AP y en el Hospital. Estas enfermeras han sufrido un examen y han aprobado. ¡Ahora! justamente las reclaman y como es de prever con mejores condiciones contractuales y de otra índole, las hará moverse a dichas CC AA. Unas enfermeras bien formadas y capacitadas que no se ha sabido retener o que ni siquiera se ha intentado. Es otra consecuencia directa de una descentralización tan acusada como la que tenemos en nuestro país, descentralización que nos lleva a un desigual reparto de la «tarta» y ya sabemos que el que parte y bien departe… lleva la mejor parte.
Hago mención de algunas soluciones al modelo de Sistema Sanitario: Si vamos a los números debemos saber que tenemos una financiación pública que es un 25% inferior a las de otros países de la UE. Se hace necesario un cambio de modelo en el sistema sanitario ante la deriva que lleva y que ya venía empeorando desde antes de la pandemia y que con la misma se ha colapsado. Son grandes los problemas que tiene el sistema sanitario que en parte derivan del % del PIB destinado a Sanidad que debe ser incrementado en al menos 1-2 puntos para situar a España a la altura del resto de países europeos.
Esta podría ser una razón por la que se conseguiría fidelizar a los profesionales sobre todo en AP. Además tendríamos que adaptar la medicina al sistema socio demográfico que vivimos e integrar en el nuevo sistema un modo de lucha contra el abandono en el que como norma general están nuestros pacientes mayores.
Retomar la Salud Mental sobre todo la que «nos ha quedado» como consecuencia de la pandemia, que no solo ha dejado secuelas crónicas en los pacientes, también los ha dejado en demasiados profesionales y más aún en enfermería. Este cambio de modelo debe asimismo caminar hacia la desburocratización de la gestión, los médicos de AP soportan su trabajo diario y además, un buen número de horas que dedican a gestionar tareas que no les competen. Es necesaria esta mayor financiación también para reconstruir nuestro sistema sanitario a partir de los enfermos crónicos y no de la patología urgente, que bien gestionada descendería hasta límites esperados y esto pasa, por dar a la AP la importancia de ser el primer filtro importante de la patología urgente.
Luchar contra las listas de espera que en AP se hacen insoportables y en la hospitalaria a veces irremediables. Por lo que no pasa la AP es por soluciones tipo «peonadas» a la baja y/o con incremento de horario en personal cansado y harto, la AP, pasa por medidas de mucho más calado que ningún político se atreve a encarar. Por la problemática sanitaria anunciada y por los recortes que sufre la misma, es por lo que nos estamos acostumbrando a ver noticias sobre carencias, sobre abandonos, sobre la desaparición de derechos y de servicios sociales, como «normales». Hasta el punto que los hemos cronificado y comenzamos a observarlos desde la lejanía, lo cual es preocupante.
Dejamos de concebir como problema el desequilibrio demográfico, pasando a percibir como no esenciales las desigualdades sociosanitarias tan arraigadas en nuestro medio. Claro que si como dice Ayuso: «la justicia social es un invento de la izquierda» pues malo para los que más la sufren. Como «la política» no pacte un consenso que deje a un lado los intereses «partidistas», ningún partido político tendrá los suficientes… arrestos para al menos intentar solucionar tan importante problema.