Diario de León

Creado:

Actualizado:

En el proceso de primarias para elegir secretario general del Partido Socialista, Patxi López le preguntó a Pedro Sánchez: Vamos a ver, Pedro, ¿sabes lo que es una nación? Un desencajado Sánchez solo acertó a decir: Por supuesto.

¿Sí?, ¿qué es?, repreguntó el diputado vasco viéndose ganador de esa contienda. Pues, es un sentimiento que tiene muchísima ciudadanía, por ejemplo, en Cataluña, por ejemplo, en País Vasco, por razones culturales, históricas o lingüísticas», trató de explicar Sánchez, a lo que López le contestó cual profesor: mira, la nación es un término absolutamente moderno. No tiene ni 200 años. Y siempre ha habido dos corrientes históricas para definir una nación: una nación en términos jurídico-políticos, que es la nación política que conlleva soberanía y, por tanto, la consecución de un Estado independiente y en la que estaremos radicalmente en contra los socialistas.

Y es verdad, una nación en términos culturales, que es el sentimiento de pertenencia a una lengua, a una historia, a una tradición que no lleva la consecución de ningún Estado. Menudos dos ilustrados, si el primero era lerdo, el segundo, ignorante. Así se defiende la patria se define una nación.

Pedro Sánchez no sabe lo que es una nación. Ya elegido secretario general y llegando al poder mediante una moción de censura y visto, el proceso político que ha elegido y los pactos con todos los enemigos de España: filoetarras, terroristas, independentistas, no es de extrañar que el concepto de nación para Pedro Sánchez no esté en su diccionario personal, ni se preocupa de saber qué es, ni le preocupa nada de significado de nación o de patria.

Hemos dicho en otras ocasiones que España, es Pedro Sánchez, la nación es, Pedro Sánchez, el poder, es Pedro Sánchez. Toda la política es él. Pero Pedro Sánchez, qué contrariedad, es presidente de un Estado que no sabe su definición, ni sabe si preside una nación, ni sabe que esa nación es España. A Pedro Sánchez la única nación, patria, estado que le interesa, es él y su persona. Le da igual.

Cuando se pierde el concepto de patria se pierde la dignidad. Cuando el poder se asume como concepto personal, la patria sobra.

En los últimos años, España se está quebrando. Es ya una piel de toro carcomida. Muchos políticos la han troceado y esa España grande y libre ya no existe.

Gobiernos anteriores a Pedro Sánchez iniciaron el declive de la patria. Inició el camino José María Aznar que, al no tener mayoría para gobernar, tuvo que acudir a CIU para poder alcanzar la Presidencia. Por supuesto, a cambio de concesiones que iniciaron el camino para que su sucesor, Zapatero, rematara la faena y elaboraran un estatuto a su medida que mutilara el estado y desarrollara el futuro de una nación catalana e independiente.

Se ha dicho que el Gobierno de Zapatero fue el peor de la historia democrática de España. Bueno, veremos porque lo que hoy vivimos con Pedro I, el Mentiroso, hace bueno a su compañero de partido. A José Luis Rodríguez Zapatero le sucede Mariano Rajoy, con mayoría absoluta, 186 escaños. Con él, Cataluña espolea los caballos e inician la carrera hacía el desbocamiento, proclaman la Independencia. El Gobierno reacciona y pone en marcha la maquinaria constitucional, suspendiendo temporalmente el Estatuto de autonomía. Rajoy fue un indolente, débil, no se sabe por qué no actuó con contundencia.

Este PP ha sido enclenque, corto de vista y siempre actúa con remilgos, con miramiento del que dirán. El PP no ha sido valiente, pudo poner firmes a los catalanes, dar un golpe de gracia y blindar el Estado en Cataluña. Rajoy es culpable de no haber actuado con contundencia aplicando la Constitución sin más. De sus errores y negligencia estamos besando el polvo de las traiciones catalanas.

Hay una moción de censura. Asume el poder Pedro Sánchez. Necesita los independentistas. Se entrega en sus brazos. Acepta todo lo que le piden: Indulto a los golpistas. Rebajar los delitos de sedición por si vuelven a la guerra y que no haya condenas. Permisivo, traiciona todos los principios y los catalanes caminan libres. De facto, Cataluña y el País Vasco son estados independientes porque en aquello que conculcan ni el Tribunal Constitucional, ni la Fiscalía del Estado, ni, por supuesto, el Gobierno actúa.

Ya sabemos que la justicia está al servicio de Pedro. No hay mayor traición y afrenta contra el estado que blanquear a Bildu, a los filos etarras, a los que sembraron de sangre el territorio patrio, a los que dejaron en el asfalto, ochocientas víctimas, muchos huérfanos, viudas. Con ellos, ha pactado. La mayor traición a España y a los españoles. Pero es la virtud de Pedro. A cambio del derramamiento de sangre, yo pago a las víctimas aliándome con los verdugos. A esto se llama, traición, felonía, infamia y otros que reservamos por educación.

España, no solo está quebrada en Cataluña, País Vasco, se está quebrando en Baleares, Valencia, Galicia. El castellano, ese que refinaron todos los literatos desde San Millán de la Cogolla hasta nuestros insignes del siglo de Oro o de la Generación del 98, vuelve a las catacumbas. Volvemos al bable o al patchezu de la Edad Media. Al fillo, filla, de Galicia o al catalán, mallorquín o valenciano.

El Instituto Cervantes se está esforzando porque otros países hablen el castellano y nosotros, como somos estúpidos, nos estamos esforzando para que desaparezca. Luego, cuando un extranjero venga a España y diga yo hablo español, le diré que aquí ahora se habla: el euskera, esa lengua que hablaban los pastores vascos; el catalán, el valenciano o el gallego. Esta es la realidad a la que nos llevan estos desertores políticos solo y exclusivamente por culpa de estómagos hambrientos. Rescatemos a Gonzalo de Berceo: Yo maestro Gonçalvo de Verceo nomnado, yendo en romería carecí en un prado, verde e bien sençido, de flores bien poblado, logar cobdiçiaduero pora omne cansado. Te estamos recordando, Gonzalo, aunque, volvemos al siglo XII. Este es la progresía de los políticos progresistas que los únicos que progresan económicamente son ellos y nosotros retrocedemos a la edad Media. Estos desalmados nos llevan, de nuevo, a las catacumbas.

Las felonías y traiciones de Pedro las ha pagado el día 28 de Mayo. Le da igual. Está todos los días estudiando su Manuel de Resistencia, ese que dice que escribió y lo único que puso fue la firma. Ahora, nos convoca, de nuevo, a las urnas a ver si seguimos en el Falcon o en el Coto de Doñana, en la Maladeta de Lanzarote o en Quintos de Mora, cazando con Begoña Gómez y otras hierbas.

No sé, Pedro, pero me da la sensación de que se te está acabando la gasolina. El pueblo español, aún, hay muchos que son sabios, a pesar de que tú estás esforzándote para que sigan en la ignorancia. Mientras, la herencia que vas a dejar será una España quebrada, endeudada, rota, enfrentada, solo por tu ego de seguir viajando en el pájaro metálico.

tracking